La caída del poder adquisitivo en general continúa generando complicaciones y dejando secuelas sobre diferentes actividades productivas y comerciales. Prueba de esto es que en diversos rubros creció la comercialización mediante el uso del financiamiento, la opción de estirar el gasto en cuotas principalmente con tarjetas bancarias, y la búsqueda de planes de descuentos por parte de los clientes, mientras decaen abruptamente las compras directas con efectivo.
En tal sentido, trabajadores del Mercado Modelo “La Placita” de Posadas, reconocen que crece la cantidad de locales que apuestan a ofrecer los productos aceptando el uso de las tarjetas de crédito o débito, o el sistema de Mercado Pago, debido a que cada vez les cuesta más concretar las ventas en efectivo.
Consultado por PRIMERA EDICIÓN, Gustavo Ruiz, delegado de “La Placita”, remarcó sobre el nivel de ventas que “repuntaron bastante este mes gracias al Día del Niño. Se está trabajando bien en todos los rubros”.
“Hay un incremento importante comparado con agosto del año pasado porque nos había agarrado en plena pandemia, casi no se conseguía mercadería y lo que se conseguía era muy caro”, destacó y añadió: “Este año ya es alta la cantidad de locales que trabajan con ventas con tarjeta de crédito o débito, y eso sirve para ampliar el margen de compradores”.
“La falta de dinero en la calle hace que muchos clientes busquen directamente la compra con el uso de su tarjeta”, explicó. A su vez, Elizabeth Enriquez, delegada del Mercado Modelo, expresó: “Somos 285 locales funcionando. Y hay una gran cantidad de vendedores que ya empezaron a trabajar con ventas a tarjeta de crédito o Mercado Pago. Es algo que ahora ayuda para las ventas porque casi no hay efectivo en la calle. Además se puede trabajar con los planes de descuentos o beneficios bancarios”.
Al mismo tiempo reconoció que “las ventas ahora son buenas, pero no las podemos comparar con el año pasado porque estábamos en una situación diferente, todavía teníamos restricciones y se trabajaba solamente dos veces por semana. Fue muy complicado, por eso estamos contentos que recuperamos todos los días de trabajo y la ampliación de los horarios, y que la gente vuelva a elegirnos como opción de compras”.
Mientras que uno de los vendedores, Martín Dormelle, indicó a este Diario que “lo que sucede hace tiempo es que la gente apenas cobra su sueldo lo usa para pagar sus cuentas, compra lo más urgente, y después se va manejando si sobra algo”.
Por otra parte, reconoció que “ahora lo que nos preocupa es qué pasará cuando se abra el Puente Internacional (que une a Posadas con Encarnación, Paraguay), porque eso nos va a complicar muchísimo”.
“Con el puente cerrado, afortunadamente algo podemos vender todos los días. Es un tema que nos preocupa tanto como a los comerciantes del microcentro o del resto de la ciudad, porque se genera una gran competencia con Paraguay si se abren las fronteras. Hay comercios posadeños que en este tiempo pudieron vender muy bien, como nunca antes lo habían hecho”, finalizó.