Como todos los 29 de agosto, ayer se conmemoró el Día Nacional de la Lengua de Señas Argentina (LSA). En Misiones, avanza el interés por ser intérprete por la gran demanda social de inclusión por parte de la comunidad sorda.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN la directora de la carrera de Intérprete Universitario en la Lengua de Señas Argentina, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM, Lilia Rodríguez, señaló que en la LSA “una de sus características es que es difícil, en el sentido que no tiene nada que ver con el discurso hablado y tiene su propia gramática. También, los oyentes estamos acostumbrados a hablar de una forma lineal y la lengua de señas requiere de rasgos manuales, el uso del espacio, los movimientos. Es totalmente diferente, pero muy apasionante”.
Por otra parte, durante la pandemia el uso del barbijo “generó una barrera aún mayor. En sí, tenemos como barrera la falta de conocimiento de la lengua de señas y por esto la falta de acceso a diferentes aspectos. El barbijo o tapabocas fue algo tremendo para los sordos que leen un poco los labios o que intentan hacerlo al ir a hacer un trámite”, agregó.
Como herramienta de inclusión, Rodríguez recordó que el Gobierno “gestionó el uso de barbijo trasparente, el inclusivo, en diferentes dependencias de atención al público. En muchos organismos hay un interés y cursos en convenio con la Facultad de Humanidades, como en el Servicio Penitenciario y en Coordinación de Gabinete. El año pasado hubo varias charlas y es importante el derecho a la información para toda la sociedad”.
A partir de la creación de la carrera, “también se visibilizó la problemática y la demanda social. En este sentido, fue importante la Facultad de Humanidades que trabaja en la carrera con asesores que son sordos (Horacio Cardozo, Fernando Murua y Francisco Olivera). Al estar en contacto con ellos se generó un impacto multiplicador”.
En cuanto a la tecnicatura, Lilia Rodríguez aseguró que “todavía no lanzamos la apertura para una nueva cohorte y esperamos que sea efectiva, porque la demanda y la necesidad es muy grande”.
De momento, “estamos terminando con la primera cohorte. Tenemos dos grupos, donde uno de ellos realizó el año pasado su residencia en organismos públicos y este año presentamos la continuidad de ese trabajo con un nuevo equipo, entre ellos la Municipalidad de Posadas, la Agencia Universitaria y Turismo.
Previamente, también en San Pedro se abrió una cohorte y estos estudiantes están haciendo una intervención en espacios como los hospitales, bomberos, para visibilizar la necesidad de accesibilidad a la lengua de señas”.
Son unos 50 estudiantes que buscan ser intérpretes: “Debemos realizar el examen final de manera presencial, con la mirada de los asesores sordos”, añadió.
En el futuro
“Un punto que no se tiene en cuenta es el de los sordos-ciegos. Con lo cual, estamos trabajando en cómo se accede a la educación y qué tipo de formación para intérpretes puede tener la provincia”, compartió Lilia Rodríguez.