A casi 10 mil kilómetros de casa, René Billalba (23) se las ingenió para “agilizar” cada vez que alguien le pregunta sobre sus orígenes. Es que hablar de Argentina, en el mundo y sobre todo en España, suele vincularse rápidamente con Buenos Aires. Pero el acento misionero suele confundir. Y es ahí donde René, orgulloso de su tierra colorada, le saca el jugo al teléfono celular.
“No sé si por nuestro acento o qué, pero ya me preguntaron si era mexicano, colombiano y hasta dominicano. Pasa que al porteño se le nota más cuando habla. Y es entonces cuando les digo que soy de Argentina, enseguida saco el celular y les muestro el mapa que me armé, con Misiones y Garupá bien marcados”, se ríe René desde el otro lado del mundo.
Billalba es protagonista de una historia particular. Sucede que arrancó el año jugado el Torneo Federal A para Crucero del Norte, pero en agosto recibió una oferta para jugar en la Tercera del fútbol español. Y la vida dio un giro total: el volante oriundo de Garupá no lo dudó y embarcó hacia Europa con los bolsos cargados de ilusión y de expectativa, rumbo a una nueva experiencia.
Tras varias semanas en su nueva casa futbolística, René habló con EL DEPOR y contó sus primeras impresiones respecto a la vida y al fútbol en España, donde aguarda por el debut oficial con la camiseta del Club Deportivo Murchante y, mientras tanto, gana terreno a fuerza de goles en los amistosos. A trabajar y soñar.
René, contanos… ¿dónde estás?
Estoy en una localidad que se llama Ribaforada, en la provincia de Navarra, de unos 4 mil habitantes. En tren, son dos horas desde Madrid. Llegué hace tres semanas para jugar en el Murchante, un equipo de la Tercera División. Hasta ahora me está yendo bien, hice dos goles en los tres amistosos que jugué.
¿Cómo llegaste al Murchante?
Yo estaba en Crucero del Norte, jugué creo que diez u once partidos en el Federal A, los venía contando (se ríe). Y llegué acá por la gestión de la empresa Sportiva y de mi representante, Víctor Vives
¿Qué fue lo primero que te impactó al llegar allá?
Lo primero fue el calor. Acá están en pleno verano. Yo me bajé del avión con un buzo, una campera. Y llegamos a Madrid y tuve que revolear todo del tremendo calor que hacía acá. Es un calor más seco que el de Misiones, porque allá la humedad es muy fuerte. Y lo bueno es que, en la ciudad en la que estoy, hay bastante viento, así que eso relaja un poco.
¿Cómo es Ribaforada?
El pueblo parece una maqueta, todas las casas son iguales, no hay muchos edificios. Y es bastante tranquilo. Por lo que me cuentan y vi hasta ahora, respetan mucho la siesta: a veces salgo a correr a esa hora, a moverme un poco, y no queda nadie. En su mayoría, vive gente grande.
¿Llevaste mate? ¿Y la yerba?
Sí, sí, obviamente, me traje mi mate. Y la yerba casi no se consigue, salvo en un hipermercado de acá cerca. Acá en España les llama la atención el mate, pero cuando lo ven, quieren probarlo.
¿Y cómo es tu nuevo club?
Es un club muy lindo, tiene un estadio que, si bien no es como los que ves por la tele en la Liga española, es muy lindo. Es de césped completamente sintético, algo nuevo para mí.
¿Cuesta la adaptación?
El juego es mucho más rápido y con la pelota son muy precisos. A eso no me costó tanto adaptarme, pero sí al sintético y a la pelota, que es como un poco más liviana. Y al sintético encima lo riegan siempre.
Mirá, apenas llegué, jugué un amistoso sobre el sintético con los botines que me traje de allá. ¡Y no sabés después cómo me ardían los pies! Para esa superficie existe unos botines especiales, con tapones más chicos, no son los de fútbol 5 que se conocen allá, pero algo parecidos.
Y arrancaste a puro gol…
Sí, sí (se ríe). En el primer amistoso entré los últimos cinco minutos. Al segundo, contra el Calahorra, jugué de titular e hice un gol de cabeza. Lo grité, estuvo bueno, porque te da confianza, seguridad.
El tercer amistoso fue el último domingo ante Borja, que pude meter mi segundo gol, de “sombrerito” (se ríe) así que estoy más que contento.
¿Para cuándo el debut oficial?
La liga arranca en una semana y media, aproximadamente. Creo que en los primeros días de septiembre. Espero arrancar jugando, sumando minutos.
¿Y el plantel? ¿Cómo es el grupo?
La verdad que hay muy buena onda. El recibimiento fue muy bueno. Es un plantel con jugadores de experiencia y nosotros, los tres argentinos que estamos acá, somos los más chicos, todos tenemos cerca de 23 años.
¿Qué te dicen cuando se enteran que sos de Argentina?
Lo primero es siempre Messi. Pero hay una particularidad que me pasó ya un par de veces. Días atrás me fui a cortar el pelo a lo de un dominicano y él me preguntaba si era mexicano o colombiano.
Tiene que ver con nuestro acento y no sé si también con el colorcito que tengo por ese calor de Misiones (se ríe). Y ahí tengo que aclarar que soy argentino, pero del norte, no porteño. Ya me hice un mapita que tengo en el celular donde marqué Misiones y Garupá.
¿Qué objetivo personal te pusiste al llegar a España?
El Murchante es filial del Athletic Bilbao… Como jugador de fútbol, uno tiene metas y objetivos a largo plazo, pero yo trato de ir paso a paso por mi chance, poniéndome metas a corto plazo y tratando de cumplirlas.
Yo primero quiero triunfar acá. Mi objetivo ahora es hacer una buena temporada con el Murchante, hacer muchos goles y dejar una buena imagen. Saltar al Bilbao es algo por lo que voy a pelear, por tener una chance ahí, pero vamos paso a paso…
¿Y qué dice la familia en Garupá?
Mi caso es un tanto raro porque yo ya me fui de casa cuando tenía 10 años, para jugar en Banfield. Entonces como que están acostumbrados a todo esto. No obstante, antes de venir, hubo emoción por parte de la familia.
Allá están mis viejos, Ramón y Estela, y mis hermanos, Florencia, Juan y Ramón. Y también está mi novia, Magalí, que la idea es acomodarme y que pueda venir acá.
Ya estás en España…¿Cuál es hoy tu sueño?
Uno de mis sueños es jugar en la Liga española, en Primera. Soy realista, sí, pero tampoco lo veo imposible. Uno sueña con eso todos los días. Es un sueño grande. Y si se da jugar en un club grande de Europa, eso sería un golazo. Como lo hablamos siempre con Dani Ávalos, otra persona que me ayudó mucho a estar acá, muchas veces pasa por estar en el lugar y en el momento justos.
“Estamos contentos, René se está adaptando”
Uno de los artífices de la llegada de René Billalba al ascenso español es el representante del jugador chileno Víctor Vives, actualmente afincado en Australia y fundador de la empresa Sportiva, que busca desarrollar talentos futbolísticos para darles una oportunidad en el Viejo Continente.
“Estamos contentos, René se está adaptando, se está acostumbrando al estilo europeo. Hizo dos goles en los amistosos. La idea es que pueda dar el salto a fin de año”, explicó Vives a EL DEPOR. Sportiva nació en 1998 de la mano de Vives y su socio Johnny Warren, ya fallecido, quien fue mundialista con Australia en Alemania 1974. Y el lazo con Argentina llegó a través de los afectos, ya que la esposa de Víctor es argentina. Así conoció el país y, también, Misiones.
“En Argentina vi muchísimos niños con mucho potencial pero sin las posibilidades. Lo mismo me sucedió en Misiones. Y uno de ellos era René, a quien entrenamos por seis meses y hoy tiene muchas puertas abiertas en Europa”, sintetizó Vives.
En ese marco, el objetivo de Sportiva es abrir una academia en Posadas. “Estamos trabajando en conseguir las tierras para construir un complejo con un estadio y nuestra academia, para jugadores de entre 8 y 14 años, preparándolos para que lleguen a Europa. Eso les va a dar posibilidades de una vida mejor“.
“En Misiones hay niños muy buenos, muchos valores. No vamos a Posadas a hacernos ricos, la idea es poder ayudar a estos chicos para que tengan una oportunidad de triunfar con el fútbol”, sintetizó Vives, con los ojos puestos en las promesas del fútbol misionero.