
Al calor de un año electoral y ya en la recta final, las ventas de dólares “ahorro” por el home banking cerrarán agosto con una nueva suba. Según los datos preliminares en distintos bancos líderes, la demanda de billetes verdes creció alrededor del 10% a 15% durante el mes que acaba de concluir, lo cual colocará a las ventas del mes cerca de los 150 millones de dólares, el mayor volumen del último año. El dato resultó llamativo dado que en agosto no existe la presión del aguinaldo y, en todo caso y después de un intenso julio, se esperaba una reducción de ventas. Sin embargo, se trata de una tendencia creciente y responde a factores consistentes: por un lado el despegue del “blue”, que volvió a quedar como el dólar más caro; por el otro, el efecto elecciones. La tercera respuesta, no por ella menos importante, sigue siendo la desconfianza en los dirigentes, cuya palabra se devalúa mucho más rápido que el peso argentino.
El escándalo del cumpleaños en Olivos, en uno de los momentos más tensos de la pandemia, disparó una reacción negativa que acentuó el deterioro en la palabra de los dirigentes. Fue una muestra más de las miserias que oculta la clase política y que no se sabrían sin que mediaran denuncias. Así las cosas, se hace difícil creerle a quien pide confianza.
La consecuencia directa, al menos en la economía, es que quienes pueden busquen refugio en aquello que les genera seguridad. Y así el dólar vuelve a marcar un récord.