Luego de acordar un nuevo precio del té, entre los diferentes sectores de la cadena, el producto, que es uno de los principales para la dinámica de la economía misionera, enfrenta un complejo panorama por la disminución de los niveles de exportación y también del valor internacional.
Estas problemáticas inciden en la caída de la cantidad de hectáreas que se utilizan en la provincia para plantar té.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Luciana Imbrogno, subsecretaria de Desarrollo y Producción Vegetal del Ministerio del Agro de Misiones, remarcó que “hay una realidad, sobre los datos de exportación, y es que las exportaciones vienen bajando, lentamente, desde el año 2016 en casi un 15%. En 2016 eran casi 77 mil toneladas, y en 2020 fueron 66 mil toneladas”.
Al mismo tiempo confirmó que “hay una disminución de las exportaciones, pero también hay una caída lenta en el precio internacional del té donde Argentina no maneja los valores porque no somos formadores de precio, eso lo manejan otros países”.
Consultada sobre la cantidad de té elaborado que se envía a otros países, afirmó que “se exporta cerca del 95%, prácticamente todo. De esas 66 mil toneladas del 2020, 40 mil fueron a Estados Unidos, que es el mayor comprador, después le siguen Chile, Polonia y Rusia. El consumo interno es muy bajo y prácticamente se exporta todo”.
“Por eso tenemos un 60% de plantaciones de té certificadas, porque las certificaciones son una exigencia del mercado internacional. Es un esfuerzo de nuestros productores de té de la provincia, con gran dedicación para tener las chacras certificadas, limpias, con buenas prácticas agrícolas”, subrayó.
En relación a la cantidad de hectáreas dentro de la provincia que se mantienen trabajando con la comercialización del producto, Imbrogno, comentó que “si caen las ventas de té, las exportaciones, es lógico que las superficies de plantación disminuyan un poco en la provincia”.
“Hicimos un estudio en donde se identificó que la superficie de té disminuyó en casi un 20% en los últimos 6 años”, completó.
“Cuando los productores tienen muy poca superficie, como ser 2 o 3 hectáreas, estando lejos de un secadero y no teniendo maquinaria, entonces a ese productor no le cierra”, sostuvo y añadió: “El contexto también fue cambiando. Las plantaciones que van quedando son las que están cerca de secaderos por los costos de los fletes, y las que tienen más superficie porque a los que tienen maquinarias les cierra más ir a cosechar a esos lugares que donde son solamente dos hectáreas”.
En el mismo sentido, expresó: “Esto es algo que se está dando pero también es lógico. Al que está muy lejos, o no consigue un contratista que le coseche y tiene muy poca superficie, es algo que no le cierra. Lamentablemente le conviene sacar el té y plantar yerba, por ejemplo. Esto es parte de algo natural que se va dando”.
Nuevo precio
El pasado lunes hubo consensos en la mesa de Coproté y se estableció en 9 pesos el valor de garantía del brote verde, mientras que el té en rama (elaborado no tipificado) alcanzó los 65 pesos por kilo.
Ambos valores representan un incremento de 50% con relación a los valores vigentes durante la última campaña.
Se acordó además que dichos precios deberán volverse a discutir en caso de que se verifiquen cambios en algunas de las variables, como por ejemplo el tipo de cambio. Cabe recordar que la zafra iniciará el 15 de septiembre y terminará el 31 de mayo. Al respecto, Imbrogno valoró que “en comparación con el precio que se estableció en agosto del año pasado es un 50% de incremento. El año pasado era de 6 pesos y este año es de 9 pesos, con lo cual se acompañó la inflación, y eso es algo positivo”.
“El acuerdo al que se llegó es muy interesante porque se va a revisar este precio en los próximos meses y se va a actualizar en función del cambio de las distintas variables que componen al precio. Si aumenta el costo de producción, si sube el dólar exportador, si hay cambios de contextos, ese precio se va a ir conversando y actualizando”, aseguró.
Además, señaló que “es un precio para empezar, creo que está bien, siempre la industria va a querer pagar menos mientras que los productores van a querer cobrar más, es la discusión de siempre”.
“Hay distintas representaciones de los colonos, algunos pedían llegar a $9,27, otros querían $10, otros más de $10 y algunos llegaron a solicitar hasta $13”, recordó y amplió: “Son distintos grupos de productores que hacen su cálculo de costos de producción, sus porcentajes de ganancia, y hay distintas realidades en función de las superficies, las maquinarias y los rendimientos”.
“La ganancia cambia mucho en función del rendimiento que tiene el té en la chacra. Hay algunos teales que están mejor mantenidos, más fertilizados, y tienen mucho más rendimiento, entonces les cierra un precio más bajo porque tienen más kilos. La realidad es que hay infinitas variables, por eso siempre es tan difícil concertar”, explicó.
Por otra parte, manifestó: “El año pasado los industriales pagaron bastante más, fue algo que estuvo muy vinculado a la sequía porque hubo falta de hojas, en la oferta y demanda se fue equilibrando eso”.
“El año pasado se fijó en $6,05 en agosto y para enero se había actualizado en $6,73, porque se veía que había poco hoja entonces había que pagarla mejor para que le rinda a los productores. Y se terminó pagando a fin de zafra en $7,50”, recalcó.
Impacto de la sequía
Consultada sobre el nivel de impacto que tuvieron las variaciones climáticas sobre la producción, Imbrogno apuntó: “El año pasado hubo una disminución de la producción cerca del 20% por la sequía. Este año venimos mal con la sequía de nuevo, con un déficit del 40% de las lluvias. Ahora estamos esperando que llueva y que no venga una última helada”.
Finalmente, sobre la asistencia a los productores afectados, comentó: “Ahora estamos entregando todos los microcréditos de emergencia para riego, para fertilización, y reponer plantines. Pedimos que la gente se acerque al Ministerio a tramitar esos microcréditos que son a tasa cero, entonces tienen una herramienta para enfrentar la próxima temporada”.