Una de esas recetas es la utilización del jengibre. El nombre científico es zingiber officinale y está en la misma familia que la cúrcuma. Es una planta herbácea cuyo tubérculo es usado en la cocina y en la medicina tradicional oriental.
Posee un característico sabor picante, se lo puede utilizar en preparaciones dulces o saladas, o en infusiones, muchos lo colocan en el mate.
Históricamente se ha utilizado en la medicina ayurvédica, la tradicional china, la unani y otras medicinas tradicionales, siempre teniendo en cuenta la cantidad y horario del día.
Lo más importante es tener en claro que es un activador, acelera todos los procesos.
Aumenta el metabolismo, de ahí la importancia de comenzar muy de a poco para saber cómo lo recibe nuestro cuerpo.
Propiedades del jengibre
La mayoría de las propiedades se deben a los gingeroles, compuestos responsables de su sabor único y propiedades fisiológicas y farmacológicas.
Aporta vitaminas C y del grupo B; minerales: calcio, magnesio, potasio. Los compuestos fenólicos gingeroles estimulan las papilas del sabor picante en la lengua. Cuando se cocina, el gingerol se convierte en zingerona, de sabor más suave y cuando se deshidrata, el gingerol pasa a ser shogaol, que es el doble de picante, de ahí la importancia de saber en qué forma lo utilizaremos.
Tener en cuenta presión arterial, hábitos evacuatorios, estados hormonales como embarazo, hipertiroidismo, insomnio, etc.
Todo es bueno utilizado en su justa medida, ya que estudios muestran que el jengibre tiene poder antimicrobiano, antivírico, antibacteriano y antifúngico, capacidad para protegernos de virus, bacterias y hongos. También estimula el sistema circulatorio y nervioso.
Propiedades antioxidantes; contribuye con la eliminación de radicales libres e inhibiendo su formación. Propiedades digestivas del jengibre, disminuye la flatulencia y espasmos. Tener cuidado en colitis ulcerosa o colon irritable.
Pequeñas cantidades es lo más adecuado, siempre de día, alejado de las comidas.
Utilizar las primeras veces hervido para que el efecto sea menor, sin agregar nada más. Luego ver si lo tomamos con un té de limón o en alguna comida.
En recetas de cocina
En salsas para acompañar carnes dándole un suave sabor picante, para acompañar verduras y salsas.
Combinable con recetas dulces en tortas, tartas, galletitas.
Es de muy fácil cultivo, crece en planteras. Humedecer un tubérculo y colocarlo en un repasador durante unos días hasta ver un brote. Necesita poca superficie de tierra y sol, se riega poco, pero a diario, ya que no soporta sequía ni exceso de agua. A los 4 o 5 meses podemos empezar a consumir nuestro propio jengibre.
Animarnos a tener nuestro propio cultivo de jengibre y diversificar sabores en nuestras bebidas y comidas es muy bueno. Una manera fácil de cuidarnos.
Infusiones
Té de jengibre con manzanilla: excelente para tomar en la noche, para relajarte y mejorar la digestión.
Infusión de jengibre con cúrcuma y pimienta negra: es un antioxidante, fortalece el sistema inmunológico.
Infusión de jengibre con semillas de chía y lino para reducir el colesterol y acelerar el metabolismo.
Infusión de jengibre con anís: eliminar los gases, cólicos y en caso de diarrea. Es astringente y antiespasmódico.
Jengibre con canela y malva: antiinflamatoria, antibacteriano.
Jengibre con gingko biloba: nos tendrá más activos de la mente, estimula el funcionamiento cerebral y mejora la circulación sanguínea.
Infusión de jengibre con manzana cruda y cúrcuma: además de un delicioso sabor, da saciedad y ayuda en la digestión.
Infusión de jengibre con clavo de olor y ambay: en caso de tos, es expectorante y analgésico.