El 13 de septiembre de 2001, el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina sancionaban con fuerza de Ley (Nº25.463) al “Yaguareté” como Monumento Natural Nacional. Las textuales palabras de dicha legislación son: “Declárase monumento natural a la Panthera Onca conocida como yaguareté, yaguar, tigre, overo u onca pintada.
Vale resaltar que Misiones es una de las pocas provincias de la Argentina y región de Sudamérica donde aún esta especie se desenvuelve en su hábitat natural y en grandes extensiones.
Este hermoso animal se destaca por su cuerpo musculoso y compacto, cuello grueso, patas cortas y fuertes y una dentadura adaptada para cortar y desgarrar. El yaguareté es un formidable cazador que captura pecaríes y corzuelas, aunque también se alimenta de carpinchos, tapires, agutíes, peces y reptiles como serpientes y yacarés.
Gracias al diseño de su pelaje pasa inadvertido ante sus presas: su silueta se desdibuja entre las luces y sombras del monte o el pastizal. Cada individuo posee un patrón único de manchas que permite identificarlo.
Predominantemente nocturno, el yaguareté es solitario y esquivo. Es un gran caminador que recorre alrededor de 10 a 15 kilómetros diarios. A diferencia de otros gatos, es un buen nadador y cruza ríos anchos y caudalosos como el Paraná, el Iguazú o el Bermejo.
A comienzos del siglo XX se distribuía ampliamente en nuestro país, desde el norte hasta el río Colorado. Actualmente sólo sobrevive en las Yungas de Salta y Jujuy, la selva misionera y algunos sectores de la región chaqueña.
En estado crítico
Hoy en nuestro país se lo considera en peligro crítico, ya que enfrenta un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre en un futuro inmediato. Se estima que su población actual es de alrededor de 250 individuos adultos. Las principales causas de esta situación son:
Caza furtiva: a pesar de la prohibición, es la principal amenaza que enfrenta el yaguareté en la Argentina actualmente.
Destrucción y degradación de ambientes: ya sea para extender la frontera agropecuaria o la deforestación realizada con otros fines, va reduciendo la superficie de los bosques y selvas que habita. Por ser un carnívoro de gran tamaño, requiere de grandes extensiones de hábitat en buen estado para sobrevivir, o bien territorios menores pero conectados entre sí a través de corredores.
Escasez de presas naturales: el hombre caza los mismos animales que el yaguareté, afectando directamente sus posibilidades de alimentarse y obligándolo a buscar presas alternativas como el ganado doméstico.
A resguardo
Hoy el yaguareté se encuentra ambientes en buenas condiciones para su subsistencia en algunas áreas protegidas como los Parques Nacionales Iguazú, en Misiones; Copo, en Santiago del Estero; Calilegua, en Jujuy; Baritú y la Reserva Nacional El Nogalar de los Toldos, en Salta; y ocasionalmente en el Parque Nacional Río Pilcomayo, en Formosa, así como en algunos parques y reservas provinciales, municipales y privados.
Un entidad dedicada a su cuidado y conservación
La Red Yaguareté es una Fundación Sin Fines de Lucro, la cual fue creada por naturalistas de vocación y nuclea a personas de todo tipo que han decidido conservar la naturaleza, con el foco en el “Tigre Americano” y sus selvas. Vale decir que entidad está conformada en su mayoría por voluntarios de diversas extracciones, con muy variados conocimientos, los cuáles se encuentran en constante crecimiento, afrontando distintos y nuevos desafíos que el “Manchado” permanentemente los plantea. “Nuestra Misión: Salvar al Yaguareté de la extinción en la Argentina”, así lo describe en su pagina web: redtaguarete.org.ar