
En la población danesa de Vindelev, a unos ocho kilómetros de Jelling, en el centro de Dinamarca (un lugar considerado por los historiadores como la cuna de los reyes vikingos entre los siglos VIII y XII), los arqueólogos del Museo de Vejle acaban de hacer público un descubrimiento sensacional: un total de 22 objetos de oro del siglo VI, por lo tanto anteriores a la época vikinga.
Entre las valiosas piezas destacan unos medallones (conocidos como bracteatos) de gran tamaño, magníficamente decorados con runas, además de monedas romanas reconvertidas en joyas (una de ellas se remonta al reinado de Constantino el Grande, que murió en 337 d.C.). El yacimiento ha sido excavado por un equipo de arqueólogos del Museo de Vejle en colaboración con el Museo Nacional de Dinamarca.
Un kilo de objetos de oro

El espectacular hallazgo se llevó a cabo hace unos seis meses, pero se había mantenido en secreto hasta ahora. Al parecer, un vecino de Vindelev aficionado a la detección de metales lo descubrió por casualidad mientras rastreaba con su detector cerca de Jelling.
En vista de la gran cantidad de objetos de oro exhumados, que en total pesan aproximadamente un kilo, los arqueólogos creen que este lugar fue un importante centro de poder en el norte de Europa durante esta época. “Solo un miembro de la élite pudo reunir un tesoro como el que se ha encontrado aquí. Aunque el topónimo Vindelev puede estar relacionado con el período de las grandes migraciones en Europa (un período histórico que abarca desde el año 300 al 700 d.C.), no había nada que pudiera hacernos predecir que aquí viviera un señor de la guerra o un personaje importante mucho antes de que surgiera el reino de Dinamarca en los siglos siguientes”, explica Mads Ravn, director de investigación del Museo de Vejle.

Los investigadores sugieren que el tesoro perteneció a un individuo, o a una familia, que tuvo una gran importancia en su comunidad, alguien que logró generar riqueza y atraer a la región a artesanos cualificados, como evidencia la innegable calidad de las piezas descubiertas.
En un momento dado, este señor o guerrero decidió enterrar el tesoro, posiblemente para ponerlo a salvo de algún ataque o de una catástrofe (muchos tesoros de oro hallados en Escandinavia datan de este período, cuando una gran erupción volcánica que tuvo lugar en Islandia en el año 536 d.C. produjo un cataclismo climático que provocaría años de hambruna y escasez) o tal vez lo entregó como ofrenda a los dioses para solicitar su favor.
¿Decoraciones simbólicas?

Los investigadores creen que los motivos rúnicos que muestran algunos de los objetos de este tesoro pueden hacer referencia a gobernantes de la época o a temas míticos. La decoración de uno de ellos representa una cabeza masculina peinada con una trenza y rodeada de runas.
Debajo de la cabeza aparece un caballo y en frente, un pájaro con el que este personaje parece comunicarse. Hay una inscripción rúnica entre el hocico y las patas delanteras del caballo que, según interpretaciones preliminares, dice “houaʀ”, que significa “el Alto” (tal vez se refiera al propietario del tesoro).
Según Ravn, “vemos muchos símbolos, algunos de los cuales nos son desconocidos. Este descubrimiento permitirá ampliar nuestros conocimientos sobre las personas que vivieron aquí en esa época. Es el simbolismo representado en estos objetos lo que los hace únicos, más que la cantidad descubierta”, concluye el investigador.
Una vez estudiado y restaurado, el tesoro se expondrá al público en el Museo de Vejle como parte de una gran exposición sobre los vikingos que se inaugurará el 3 de febrero de 2022.

Fuente: historia.nationalgeographic.com.es