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A poco más de un mes del crimen en inmediaciones a un bar-pool de San Antonio, la Justicia profundizó las sospechas contra un joven de 19 años, quien está acusado de ultimar de una estocada a Carlos Enrique Becker (21).
El pasado 11 de agosto, fue citado a declaración indagatoria y tras abstenerse de dar su versión de los hechos el magistrado Martín Brites lo imputó por el delito de “homicidio simple”, el cual prevé una pena de entre 8 a 25 años de cárcel. En tanto, ayer fue trasladado nuevamente a la sede del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, donde en compañía de su defensa fue notificado que se le dictaba la prisión preventiva. Las pruebas obrantes hasta el momento en la investigación lo señalaron como el principal sospechoso de asesinar a Becker.
El caso ocurrió durante la noche del sábado 7 de agosto pasado, en el Paraje Difunta Correa. El joven que resultaría víctima se encontraba en el pool de la zona en compañía de su padre. En el lugar había otras dos parejas, entre los cuales se encontraba el acusado.
Según el relato de testigos, el que primero salió del local fue el joven de 21 años y apenas momentos después lo hizo Becker, por lo que se presume salió tras él.
No pasaron muchos minutos cuando el sospechoso regresó al bar y visiblemente nervioso les dijo a los que estaban con él que debían retirarse, porque habían agredido a alguien afuera y no quería que le echaran la culpa. Acto seguido, llegó Becker y cayó desvanecido en el ingreso con una herida en el pecho.
Rápidamente el dueño del lugar llamó a la policía y en una patrulla lo llevaron al hospital de San Antonio. El puntazo de arma blanca que tenía en el tórax le provocó un shock hipovolémico.
Con los primeros datos recabados, la comisaría local emitió un alerta a toda la Unidad Regional XII con las características del sospechoso. Este había abandonado el bar a bordo de una motocicleta. Fue así que en un control que se había montado en la ruta nacional 101, detuvieron al supuesto autor. Le dijo a los policías que se dirigía a la casa de unos parientes en Andresito.
Entre sus prendas le incautaron un puñal, que se presume fue el que utilizó en el ataque.
Nadie observó el momento en el que ocurrió el crimen, pero el trabajo de los investigadores recabó un testimonio de una persona muy cercana al acusado, a quien le habría confesado que él había sido el autor del hecho.