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Todas las escuelas misioneras, públicas y privadas, de todos los niveles y modalidades, debían retornar ayer a la presencialidad plena, no obstante muchas decidieron continuar con burbujas hasta nuevo aviso.
La fecha del regreso al 100% de presencialidad fue fijada por el Comité de Crisis y anunciada al sistema educativo por el Ministerio de Educación Miguel Sedoff, el presidente del Consejo general de Educación (CGE), Alberto Galarza y el Servicio Provincial de Educación Privada de Misiones (SPEPM).
No obstante, los mismos funcionarios hablaron luego de “proceso” para la vuelva a la presencialidad plena para que los establecimientos educativos organizaran y planificaran mejor este regreso.
Además, mientras que Sedoff y el Ministerio sostienen que esta vuelta a la presencialidad sigue siendo “optativa” para los alumnos, Galarza sostiene que a partir de este regreso a la normalidad y “a excepción de los chicos con comorbilidades, la asistencia a clases presenciales es obligatoria”.
El reencuentro después de más de un año y medio
PRIMERA EDICIÓN recorrió algunas escuelas de Misiones para compartir con la comunidad educativa -padres, alumnos y docentes- este regreso a la presencialidad plena y observó experiencias muy diferentes.
En la Escuela 821 Omar Ratti, del barrio Yohasá, una de las pocas que ayer retornó a la presencialidad plena, se vivió el típico clima de felicidad y reencuentro entre los alumnos de las distintas burbujas que volvieron a verse cara a cara después de marzo de 2020. “Hoy (por ayer) vinieron todos los alumnos, ellos están felices de poder estar todos juntos de nuevo”.
Según contó la directora de la 821, Elsa Charzuk, “lamentablemente no contamos con el espacio ni los muebles suficientes para que cada niño se siente solo por mesa, por lo que tiene que compartir con un compañero. Pero cada uno tiene su sanitizante y su barbijo”.
Sólo tres alumnos de ese establecimiento seguían en el modo exclusivamente virtual por tener comorbilidades, “la mamá de uno de ellos ya me avisó ahora que volverá a la presencialidad y seguramente también lo harán los otros dos porque los chicos lo necesitan y piden”.
Mientras trabajaron en burbuja, el WhatsApp fue la herramienta más utilizada para enviar la tarea y mantenerse en contacto “pero ahora ya no se mandará tarea por WhatsApp, los chicos tienen que volver a copiarla en el grado y estar atentos a lo que diga la docente”.
Los recreos, como siempre, continuarán siendo por grados que ahora pasarán a ser las nuevas burbujas.
Sin cambios, por ahora
“Mi hijo todavía sigue viniendo en burbuja, esta semana le toca a su grupo. Supongo que hoy dirán si se aplicarán cambios en la organización, hasta ahora se alternaban las dos burbujas cada semana”, indicó Karina, mamá de un alumno de primer grado de la Escuela 1 Félix de Azara.
Según contó, su hijo no sólo prefiere venir a la escuela la semana que tienen presencial sino que “aprende mucho más, la diferencia es notoria”. Su nene además, ansía poder volver a ver a sus amiguitos de la otra burbuja, con quienes pudo compartir salita de 3 y 4. En el grado son 29 en total y están separados en dos burbujas.
Matilda, Oriana, Maxi, Thiago y Leandro son alumnos del quinto “C” de la Escuela 1, y también continuaron ayer en burbuja, “en nuestro grado somos 20 y venimos en dos burbujas, al resto de nuestros compañeros no vemos desde cuarto pero ya nos acostumbramos a ser menos. A casi todos nos gusta más venir a la escuela que tener clases en modo virtual. En la escuela todos ya tenemos incorporado el protocolo: debemos traer un barbijo extra para hacer un cambio, alcohol para limpiar nuestra mesa cuando entramos y después de cada recreo, no podemos sacarnos en ningún momento los barbijos y debemos mantener la distancia hasta cuando jugamos en el recreo… sino viene una maestra y nos llama la atención”, contaron a PRIMERA EDICIÓN.
“Tenemos muy pocas burbujas”
Otra de las escuelas que ayer continuó con la organización por burbujas fue la 729 Integración Latinoamericana. No obstante, según precisó su vicedirectora, Elba Córdoba, muy pocas divisiones trabajan con burbujas, sólo las que tienen más de 30 alumnos, “los grados inferiores son los que más chicos tienen y con ellos se trabaja en burbuja mientras que los otros grados fueron regresando a la presencialidad plena a lo largo del año”, indicó.
Según precisó, la Escuela 729 cuenta con aulas amplias y alrededor de 300 alumnos. “Las maestras ya están hablando con los padres para ver cómo organizamos el regreso a la presencialidad plena de todos los chicos”, anticipó y admitió que hay una brecha muy grande entre el aprendizaje virtual y presencial.
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“Con 40 alumnos en un curso es imposible respetar distancia”
Tal como en Posadas, en Puerto Rico la presencialidad no es aún total, sino que se daría de forma paulatina en los próximos días en tanto las instituciones logran reorganizarse.
Lo mismo se observó en Apóstoles donde algunos establecimientos están esperando la resolución del Consejo General de Educación. En la Escuela Normal de esa localidad determinarán en cada curso si se puede cumplir los 90 centímetros de distancia. Mientras tanto, los cursos numerosos siguen con burbujas.
En Eldorado, la Comercio 19, Lorena Ávila, a cargo de la dirección, indicó que “nos estamos organizando, evaluando números y recursos. Por el momento seguirán en burbujas y la vuelta será gradual en esta escuela donde tenemos 700 alumnos, sólo por la mañana”.
En la actualidad, sólo los quintos años asisten en forma completa, “son cursos muy numerosos, los segundos años tienen casi 40 alumnos por división y ahí es imposible respetar la distancia. La resolución dice que se destinen espacios comunes más amplios, como el aula magna, el problema es que tenemos sólo un aula magna y cinco divisiones numerosas de segundo año”.
En Oberá tratan de adaptarse para recibir a toda su matrícula
Con realidades diferentes, las instituciones educativas obereñas se adaptaron a la disposición del Gobierno provincial de retorno a la presencialidad plena. En algunos casos pudieron recibir a todos sus estudiantes, en otros a medias y hay casos en los que será paulatino.
Según las autoridades, habría un 80% del alumnado que pudo volver a clases rompiendo las burbujas. Las instituciones que no llegaron a la nueva medida explicaron que se debe a la falta de espacio físico, instalaciones que no pueden brindar las normas sanitarias o falta de mobiliarios. “En general se están acomodando, hay escuelas grandes que pueden ajustarse, pero hay otras que están viendo cómo hacerlo. Además justo es la semana del estudiante, hay algunas con actividades especiales”, afirmaron sobre todo en el nivel secundario.
Entre las que confirmaron recibir a toda la matrícula, está el Colegio Amadeo Bonpland, Escuela de Comercio, Escuela Normal, la última desde jueves, ya que tenían programadas actividades recreativas.
“Estamos volviendo dentro de lo más normal posible”, señaló la directora de la Escuela de Comercio. “Desde el jueves está todo preparado, pidiendo el cuidado a los alumnos”, expresaron en la Escuela Normal. “Tenemos presencialidad plena”, afirmó una directiva del Nacional.
La EPET 3, en tanto, no puede volver con todos sus alumnos por falta de muebles, por lo que se encuentran en plena organización. “Estamos tratando de ver cuántos alumnos van a poder volver sin burbujas en función al mobiliario, porque nos están faltando para que todas las divisiones tengan sillas y mesas para todos los alumnos. Creemos que podrá volver entre un 75 a un 80% de la matrícula”, explicó la directora Sandra Wozniuk.
“En estos dos años, parte del mobiliario se deterioró. Estamos acomodando los salones, pero para dos divisiones, aproximadamente, tendremos dificultades. No vamos a tener presencialidad absoluta hasta tanto no consigamos esos muebles que faltan”, resaltó.
Escuela 219 La Picada: desde marzo funcionan 100% presencial
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Desde que comenzó este ciclo lectivo, los casi 400 alumnos de la Escuela 219 La Picada, en Posadas, fueron 100% presencial. Forma parte del 45% de las 2.600 escuelas misioneras que pudo recibir a todos sus alumnos al mismo tiempo desde principio de año porque cuenta con aulas amplias y grados no tan numerosos.
No obstante, según confirmó su directora Graciela Martínez, “ahora decidimos ampliar el horario escolar para tener una jornada normal de 4 horas y 15 minutos”.
Esa escuela, además, implementó el viernes un taller de apoyo para poder ayudar a los alumnos que tienen dificultades con alguna materia o contenido. “El año pasado fue muy difícil, cerca del 70% de los alumnos pudo conectarse y con los otros trabajamos con cuadernillos, las maestras hasta fueron a las casas de algunos alumnos… los docentes se pusieron al hombro esta problemática. Los que no se pudieron conectar durante el año pasado generalmente fue por una dificultad económica o por no tener celular”, señaló.