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Con la presencia de seis testigos, hoy a primera hora se aguarda que comience el debate oral y público contra Leopoldo Borovski (23), acusado de asesinar a su novia Fiorella Itatí Aghem (20). El joven llega imputado por la calificación de “femicidio”, de manera que de ser hallado culpable le cabría la pena de prisión perpetua.
Según las fuentes consultadas por este Diario, estaba confirmado el inicio del debate que en principio está fijado solamente para la jornada de este miércoles y mañana jueves. Durante el transcurso del proceso de instrucción, el joven a través de su defensor había apelado la prisión preventiva que finalmente fue ratificada por la Cámara de Apelaciones en junio del año pasado.
El caso se conoció el 4 de marzo de 2019, cuando un empleado realizaba tareas en un yerbal ubicado a diez kilómetros del casco urbano de San Vicente. Halló el cuerpo de una joven y de inmediato le avisó a su patrón que llamó a la policía.
La desaparición de Fiorella había sido denunciada el 1 de marzo y las sospechas habían recaído sobre su exnovio, a quien apenas hacía horas lo había vuelto a denunciar y ya pesaba sobre él una orden de restricción de acercamiento.
Testigos los habían ubicado juntos por última vez el 28 de febrero en una pizzería céntrica de San Vicente. Horas después, ya en la madrugada del viernes, otros dijeron haberlos visto en una camioneta frente a la terminal de colectivos y posteriormente en dirección al lugar donde apareció asesinada Fiorella.
Los investigadores de la UR-VIII habían hallado restos de sangre en el asiento del acompañante delantero del vehículo y las sospechas se ahondaron en ese momento contra Borovski. El titular del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente ordenó su detención, hecho que fue concretado en El Soberbio el lunes 4 de marzo, cuando el sospechoso regresaba de la localidad de Horizontina, Brasil, donde había ido a un encuentro de jeeps, según reza el expediente. Fue trasladado a la sede de la Unidad Regional y apenas minutos después se supo del hallazgo del cuerpo de Fiorella.
El cadáver estaba con un cable en el cuello, dato no menor, puesto que la profesión del joven era la de electricista. La autopsia determinó que murió tras ser ahorcada, además de haber sufrido, golpes y arrastre. Los forenses consideraron que agonizó y murió el mismo día de su desaparición.
Fiorella era estudiante de la carrera de Lengua y Literatura en Aristóbulo del Valle. Según habían señalado los familiares, la joven tenía como anhelo recibirse para luego ir a ejercer la docencia en la provincia de Córdoba. Era la mayor de tres hermanos.