“Hice prácticamente de todo, probé todas las técnicas, me defino como una autodidacta, pero cuando descubrí el mosaiquismo me ‘voló la cabeza’”!, Mariel Ferreira Marquez.
Nació en Jardín América, en el 2000 vino a Posadas a seguir estudiando y conoció al amor de su vida. Se casaron, dejó de estudiar y tuvieron dos hijas, hasta que decidió emprender desde su casa.
“Tenía a mis dos niñas entonces empecé haciendo cursos de cotillón infantil, me gustaban mucho la decoración con telas y las manualidades. Vendía y hacía trabajos para mi entorno familiar, con souvenires de porcelana y todo para niños”, recuerda sus primeros pasos.
Fue en 2010 cuando “mi suegra me regala un curso de mosaiquismo, era nuevo en Misiones, ‘me voló la cabeza, me encantó’. Lo hice en Eldorado y no lo dejé nunca, pero como son piezas caras porque los materiales son costosos, hago otros trabajos con madera, ahora hago macetas de cemento, también incursioné con velas, aunque eso no es lo mío”, relata con entusiasmo y con mucha gracia dice: “en casa mosaiqueo todo lo que encuentro, también hago espejos, lámparas turcas con mosaicos de vitrofusión, aunque es un trabajo que cuesta”.
Mariel se sumó a todas las ferias, comenzando con Karyna González de Spacio Mujer, pero “ahora hago ya por pedido, mis hijas van al Janssen y me ayudan con las conexiones de las lámparas y trabajos de carpintería. Siempre trato de hacer varias cosas, aunque el mosaiquismo es lo que me encanta, me hace bien y me ayuda espiritualmente”.
Es que esta joven emprendedora estuvo varios años trabajando en un comercio que cerró a causa de la pandemia, “y el mosaiquismo evitó que caiga en la depresión, es lo que me apasiona”.
En la página de Facebook Inspirarte, en Instagram Inspirarte Fusión y al WhatsApp 3764 288418 pueden hacer contacto con la talentosa emprendedora.