Aunque la situación epidemiológica permite el regreso de todos los alumnos a las escuelas, el protocolo para este regreso seguro aprobado por resolución del Ministerio de Salud Pública (3052), de Educación (315) y del CGE (4038) recordó y remarcó la importancia de reforzar los lineamientos obligatorios para la presencialidad escolar “que obviamente continúan vigentes”: en primer lugar, que las escuelas deben estar en condiciones aceptables de infraestructura y servicios para su apertura, el chequeo permanente de las condiciones sanitarias. La aplicación de las medidas básicas: distanciamiento físico (que a partir de ahora, en casos especiales, se podrá reducir de 1,5 a 0,90 e incluso a 0,50 metros), ventilación permanente, puertas y ventanas abiertas en todo momento, higiene frecuente de manos y uso permanente de barbijo o mascarilla a partir de los seis años de edad. Ingreso y egreso escalonado a la escuela, aprovechamiento integral de las instalaciones escolares para disminuir la densidad poblacional en las aulas.
La reducción del distanciamiento no podrá aplicarse en educación física, donde los chicos no usan barbijo.
Además, el distanciamiento entre estudiantes y docentes se deberá mantener en 2 metros, así también el distanciamiento en zonas de uso común, como los comedores que tampoco podrá ser menor a los dos metros. Además, el protocolo contempla agregar estrategias preventivas adicionales y de carácter mandatorio, incluyendo la realización de testeos en aquellas secciones escolares que estén contempladas por estas medidas excepcionales de distanciamiento (0,50 metros entre los estudiantes), siempre de acuerdo a lo que dispongan las autoridades sanitarias. En caso de detectar casos positivos en un grado, se suspenderán las clases presenciales en esa división y se aislará en forma preventiva a los contactos estrechos.