En sus valiosas consideraciones acerca de las diversas adicciones, el Dr. Deepak Chopra describe detalladamente la problemática de los fumadores por haberla experimentado personalmente en una etapa de su vida, como vimos en notas anteriores. Por eso, al ofrecernos su técnica de cuatro pasos para dejar de fumar apela a la mente, al corazón, a la intención sincera y a la convicción espiritual de querer reemplazar el placer de fumar por una satisfacción de orden más elevado.
Con ese propósito, el primer paso consiste en adquirir conciencia del acto de fumar, pensar en lo que estamos haciendo como observadores conscientes de nosotros mismos y reemplazar la urgencia por la conciencia plena. Comprenderemos entonces que, como sucede también en otros comportamientos adictivos, “una amplia variedad de claves y señales desencadenan el acto de fumar, como el hablar por teléfono o beber un café”, señala el Dr. Chopra.
Entonces, en el segundo paso intentaremos hacerlo como una actividad aislada, independiente, lo que facilitará la toma de conciencia propuesta en el primer paso y… “aunque siga fumando durante un tiempo, al menos sabrá lo que está haciendo y además, registrará las sensaciones desagradables asociadas con esta actividad”.
Cuando hayamos logrado cierto grado de conciencia sobre el hábito, como tercer paso propone introducir pensamientos nuevos en el proceso de fumar un cigarrillo, como visualizaciones o un recuerdo agradable, “siempre que tenga una significación espiritual definida” y que accedamos a él con intención sincera.
Así podremos saber intuitivamente cuál es “la diferencia entre un pensamiento que nos transporta al reino del espíritu y otro sin sentido espiritual”. Entonces, al concentrarnos en ese pensamiento o recuerdo, nos preguntaremos qué aspiraciones despierta en nuestra mente y qué sensaciones nos provoca en el cuerpo, permitiéndonos experimentarlo todo con plena conciencia “hasta que haya pasado el deseo de fumar”.
Y en el cuarto paso comprenderemos que “concentrarse en un pensamiento o recuerdo de naturaleza espiritual es una forma básica de meditación: el primer paso en la profunda aventura de la conciencia… De hecho, jamás conocí a una persona que, meditando con regularidad, practicando Yoga o cualquier otra disciplina relacionada con el espíritu, además se comprometiera con comportamientos adictivos”. Namasté.