Una vez escuché de un ser muy querido decir: “Lo que sucede conviene”, cuando lo dijo no le di mucha importancia a lo que significaba la frase, pero con los años me di cuenta del gran sentido que tiene.
Sólo hay un momento en la vida en el que “lo que sucede no conviene” y es en el momento durísimo en que llega una enfermedad grave o la muerte de alguien al que quieres. Ese momento tan terrible no conviene jamás, pero en el resto de experiencias en la vida, lo que sucede conviene. Este post también lo podría haber titulado ¿cómo recuperarse de las grandes decepciones?
Como emprendedoras, sabemos ser optimista y ver la botella medio llena, pero lo cierto es que la vida tanto profesional como personal te trae, en algunos momentos, grandes decepciones: personas que creías que eran buena gente, que no lo son; amigos, que creías amigos de verdad, que no lo son; empleados que creías confiables, que no son y así infinitos momentos y situaciones que no son lo que esperamos que sean.
Pero me quiero centrar más en este post en las grandes decepciones, que a veces tenemos los emprendedores en el terreno profesional. He aprendido por experiencia, que, aunque hoy hayas tenido una gran decepción profesional, al cabo del tiempo, empiezas a ver que aquel suceso era lo mejor que te podía pasar.
Tengo muchísimas experiencias propias y ajenas que me lo demuestran continuamente que lo que sucede conviene. Me gusta mucho leer sobre casos de éxitos de emprendedores y hace poco leí sobre esta historia acerca de un grupo de emprendedores jóvenes que buscaron capital para sacar adelante un gran proyecto durante 3 años. Después de mucho buscar encontraron una empresa que decidió invertir para el desarrollo del proyecto. Negociaron el contrato y tenían ya cita en la escribanía para firmar un lunes, pues el viernes anterior recibieron una llamada, que la empresa se echaba atrás. Sin dudas el peor fin de semana de sus vidas, pero después de tres meses consiguieron el doble de capital. No se rindieron, pasaron ese momento malo e insistieron y algo mejor llegó.
¿De dónde sacas la motivación para seguir luchando por tu emprendimiento, o por tu equipo, cuando las cosas no salen como lo habías planeado? Creo en la frase tengo el convencimiento y la vida me lo demostró que, a pesar de un fracaso, si sigues luchando, llega algo mucho mejor de lo que esperabas.
Como emprendedora hay momentos en los que casi toqué el cielo con una noticia maravillosa que luego se ha estropeado. En ese momento, se te cae el mundo. Tanto luchar y luchar, por fin llega la buena noticia, te mueres de alegría y de repente, zas, en un momento se cae, se arruina todo…