Que te abracen los Salmos en sus cantares
y en el sonar de sus notas encuentres los vibrares
que hagan resonar en tu ADN la melodía Universal
que está por debajo de la letra sin intervención intelectual,
dejando a la Verdad develada
alejada de hostiles miradas
que la mantuvieron oculta con la razón
para que ella no llegue al corazón.
Sólo mécete en el aroma de las flores
y deja que tu corazón se enamore,
permitiendo que el eco de los cantares sea tu comida,
aprenderás a percibir la belleza de la vida.
Al sanar tu linaje y tus recuerdos
entenderás que era todo un gran acuerdo.
Aprenderás a manejarte con las leyes universales
que no dejan amarguras residuales
ni te atan a ruedas sin finales.
Establecerás nuevos circuitos amorosos
donde la dualidad encontrará su reposo
y en la Tierra se establecerá la unidad
que el cielo nos otorga como heredad.
Debemos reaprender a leer libros sagrados y todo aquello que nuestros mayores nos han legado, pues el intelecto no está capacitado para comprender lo que a los ojos está oculto tras parábolas, poemas, cuentos y cantares.
Es debido a esto y a manipulaciones oscuras que sabían ellos que en un futuro iban a tener, codificaron en vibraciones de luz los escritos, de tal manera que dichas vibraciones lleguen a la esencia de luz del ser humano y haga resonar en él, acordes inaudibles a oídos no preparados.
Pero aquel que haya hecho su camino a la luz, que se traduce en armonía interior tras dejar reposar a la dualidad luego de sanar su linaje, recuerdos dolorosos y limpiarse de creencias limitantes, permitirá que sea el corazón el que escuche (lea en nuestro caso) y como su lenguaje es el de los sentimientos, que es el mismo lenguaje del Universo, comprenderá más allá de las palabras provocándole emociones sublimes que irán apaciguando su intelecto guiándolo a una consciencia de unidad que lo hará relacionarse desde el amor incondicional y lo llevará a percibir la belleza de la vida, el por qué de su existencia y su herencia divina.