El 12 de octubre en Brasil se celebra el Día de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, patrona del país. Pero en la ciudad de Río de Janeiro el festejo es doble, porque el Cristo Redentor, figura emblemática que se levanta sobre el monte Corcovado, cumple años ese mismo día.
Con sólo alzar la mirada hacia el morro de 709 metros de altura sobre el nivel del mar se aprecia su magnífica figura de 30 metros de alto que bendice la “cidade maravilhosa”.
El Cristo fue inaugurado hace 90 años, el 12 de octubre de 1931, después de aproximadamente cinco años de obras.
Desde 2007 está considerado como una de las siete maravillas del mundo moderno, la única del siglo XX, y es uno de los grandes íconos del turismo mundial.
La idea de un monumento religioso en Río de Janeiro fue sugerido por primera vez en 1859, por el sacerdote Pedro María Boss y la Princesa Isabel. Se retomó la idea en 1921, cuando se aproximaba la conmemoración por el centenario de la Independencia.
La primera piedra de la estatua fue colocada el 4 de abril de 1922 y las obras se iniciaron en 1926.
El autor de la colosal obra de 1.145 toneladas fue el ingeniero Heitor da Silva Costa. El revestimiento en piedra jabón, el rostro y las manos fueron concebidas como piezas escultóricas por el francés Paul Landowski y se destaca el trabajo del maestro de obras, Heitor Levy, entre otros.