En las últimas horas el Gobierno nacional oficializó la designación de Roberto Feletti en el cargo de secretario de Comercio Interior, luego de aceptar en el mismo decreto la renuncia de la funcionaria saliente, Paula Español.
Español pasa a ser otra funcionaria que debe dejar el puesto como consecuencia del resultado de las Primarias y, claro está, de su irregular desempeño más allá de que el decreto 703/2021, firmado por Matías Kulfas, agradeciera a la funcionaria renunciante por “los valiosos servicios prestados en el desempeño de su cargo”.
Feletti, en tanto, viene a proponer una nueva versión de una vieja receta buscando distintos resultados: control de precios por más tiempo con ampliación del espectro de productos, y con la intención de que esta vez, aunque sea por enésima vez, los precios no se muevan.
La medida, que tomó por sorpresa a los empresarios de los rubros afectados, buscará mantener a raya a la inflación, uno de los ejes de la campaña presidencial de Alberto Fernández y, al mismo tiempo, uno de sus mayores fracasos en lo que lleva de su mandato.
A la postre, lo evidencia la historia, las medidas de control de precios terminaron dando de lleno contra la pared por motivos cíclicos. Los productos regulados llegan a cuentagotas más allá del centro del país, casi nunca se los encuentra en los pocos comercios adheridos, a la postre y fuera del área de control gubernamental los comerciantes que ven afectados sus márgenes de ganancias abandonan la medida por falta de apoyo oficial y agobiados por la presión impositiva… y finalmente porque los precios suben más allá de las disposiciones oficiales.
La historia y la experiencia ya señalaron que el camino no es ese. Las señales entonces vuelven a ser preocupantes.