El papa Francisco emitió ayer un mensaje destinado a los movimientos sociales mundiales, aunque incluyó frases hacia distintos sectores de la comunidad.
A los gobiernos en general, a los políticos de todos los partidos, Francisco los interpeló para que “junto a
los pobres de la tierra, representen a sus pueblos y trabajen por el bien común”.
No es la primera vez que representantes de la Iglesia católica apuntan a un llamado de atención a la dirigencia política por la falta de empatía con quienes peor la están pasando.
En referencia a quienes menos ingresos tienen, el sumo pontífice reclamó a los Gobiernos “un ingreso básico (el IBU) o salario universal”, que consideró necesario “para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida”.
“Es justo luchar por una distribución humana de estos recursos. Y es tarea de los Gobiernos establecer esquemas fiscales y redistributivos para que la riqueza de una parte sea compartida con la equidad sin que esto suponga un peso insoportable, principalmente para la clase media -generalmente, cuando hay estos conflictos, es la que más sufre-”, agregó.
Además, el Papa les pidió a los políticos tener “el coraje de mirar a sus pueblos, mirar a los ojos de la gente, y la valentía de saber que el bien de un pueblo es mucho más que un consenso entre las partes” y les aconsejó: “Cuídense de escuchar solamente a las elites económicas tantas veces portavoces de ideologías superficiales que eluden los verdaderos dilemas de la humanidad”.
La política debe ser un canal, una herramienta, un instrumento para que se resuelvan los problemas de las comunidades, eligiendo a quienes mejor representan ese ideario que hace tiempo se fue alejando de su concepción. En tiempos de campaña electoral, bienvenidos los que aun mantienen las convicciones originales.