Puede que el FMI haya decidido mantener a Kristalina Georgieva como directora gerente, por ahora. Pero eso no significa que la controversia sobre si debe dirigir al prestamista de última instancia del mundo acabó.
Los críticos afirmaron que la supuesta manipulación de datos por parte de Georgieva para favorecer a China, mientras era directora del Banco Mundial, manchó la credibilidad del Fondo. Además, las dudas sobre su papel -que inciden en la tensión entre EEUU y China, los mayores accionistas del FMI- podrían aumentar cuando se publique este año un segundo informe sobre su conducta en el Banco Mundial.
Georgieva, que se incorporó al Banco Mundial como jefa ejecutiva en 2017 antes de irse para ejercer el cargo máximo del FMI en octubre de 2019, fue acusada el mes pasado de participar en la manipulación de datos en el informe anual Doing Business del banco. Ella negó haber actuado mal.
El directorio del FMI, que se reunió ocho veces para discutir el caso, concluyó el lunes pasado que su revisión de las acusaciones “no demostró de manera concluyente que la Directora Gerente haya desempeñado un papel indebido” y reafirmó su “plena confianza en su liderazgo y en su capacidad para seguir desempeñando eficazmente sus funciones”. En un principio, EEUU se opuso a mantener a Georgieva, pero cedió ante la presión de Francia, Reino Unido, Alemania e Italia.
Yellen, Stiglitz y “todo es política”
El lunes, en una llamada con Georgieva, la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, subrayó que la decisión de mantenerla en el cargo se tomó “en ausencia de nuevas pruebas directas” de su implicación en presuntos intentos de manipular datos mientras estaba en el Banco Mundial.
Por su parte, el Ministerio de Economía francés dijo que su juicio se había hecho “sobre la base de los elementos presentados”.
Una persona familiarizada con la posición del Reino Unido dijo que el caso contra Georgieva era “débil”. A lo largo de su mandato en el FMI, Georgieva se ganó el aplauso por sus esfuerzos para ayudar a las economías emergentes a capear la pandemia, encabezando la asignación de u$s 650.000 millones en derechos especiales de giro (DEG).
Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, dijo que los supuestos cambios en los datos eran poco más que un error de redondeo.
“Lo que no sorprende es que haya sacado a relucir a todos los responsables de las políticas fallidas del antiguo FMI”, dijo.Paul Romer, premio Nobel y execonomista jefe del Banco Mundial bajo el mandato de Georgieva, afirmó que “ella se ciñó al libro de jugadas trumpiano… y la junta del FMI ha decidido ahora seguirle la corriente…Todo es político”.
Punto en contra
Las acusaciones contra Georgieva figuran en un informe del estudio de abogados WilmerHale, encargado por el consejo de administración del Banco Mundial que descubrió manipulación de datos en varios informes.
Punto a favor
A lo largo de su mandato en el FMI, Georgieva se ganó el aplauso por sus esfuerzos para ayudar a las economías emergentes a capear la pandemia. Motorizó la asignación de u$s 650.000 millones en ayudas (DEG).