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“La matriz macroeconómica la maneja la República Argentina y debe hacerse responsable de esa matriz”, fue la frase que lanzó ayer el gobernador Oscar Herrera Ahuad antes de ingresar a un acto oficial, cuando le preguntaron por el encuentro entre el presidente Alberto Fernández y algunos mandatarios provinciales para acordar el control de precios en las jurisdicciones.
Si bien la afirmación tuvo ese contexto, pareció Herrera dirigir su crítica a la necesidad que la Nación se haga cargo de las asimetrías que la propia Casa Rosada sostiene, a partir del “vetazo” que Fernández dio sobre los artículos de creación de las zonas especiales aduaneras. Ese tratamiento diferencial que le hubiera permitido a Misiones una situación fiscal impositiva diferencial, con precios mucho más bajos en las góndolas.
En especial frente a un Paraguay que -tras la apertura de las fronteras- vuelve a ser competitivo por su matriz impositiva, que coloca a muchos productos a menor precio.
En ese “hacerse cargo” que reclamó Misiones a la Nación, está precisamente la necesidad de implementar políticas que incentiven la actividad privada en condiciones de competencia, frente a rivales comerciales mucho mejor posicionados para “seducir” a los consumidores.
Ese mismo “hacerse cargo” que se viene pidiendo para otras cuestiones como el gasoducto, la tarifa diferencial de energía eléctrica, el reparto de recursos de coparticipación, las obras públicas (en especial de viviendas) que no llegan, entre otros.
Lamentablemente, a 1.200 kilómetros de distancia, nadie parece tener el interés ni la decisión política de hacerse cargo del pedido de los misioneros. No solamente de este gobierno kirchnerista, sino también el macrismo mientras ejerció el poder.
Mientras nadie se haga cargo, las postergaciones serán “moneda corriente” en la tierra colorada. Y las oportunidades de crecimiento, de igualdad frente a otras regiones dentro del mismo país, seguirán siendo apenas buenos deseos.