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Según un relevamiento nacional llevado adelante por la consultora Taquion, la mayoría de los encuestados, 6 de cada 10, siente que su entorno, en general, tiene una peor calidad de vida respecto a un año atrás.
En este contexto, remarcaron que “el acceso a las oportunidades de desarrollo a futuro”, en un mediano o largo plazo, es una de las principales preocupaciones en todo el país, pero también crece la incertidumbre por las necesidades primarias, como el poder adquisitivo, la alimentación, seguridad y educación.
Entrevistada por FM 89.3 Santa María de las Misiones, Sofía D’Aquino, analista política, directora y manager de la consultora Taquion, comentó que “6 de cada 10 argentinos siente que su entorno tiene una peor calidad de vida respecto a un año atrás”.
“Este dato, en las últimas encuestas, viene subiendo mucho sobre cómo la gente va percibiendo que se pierde la calidad de vida”, analizó.
Además, subrayó que “en las mediciones teníamos el ‘acceso a las oportunidades de desarrollo’ como uno de los principales temas que les preocupaba a los argentinos y de hecho es uno de los temas por los cuales eligen irse a vivir a otro país. Pero, en los últimos meses vemos que el ‘acceso a las oportunidades de desarrollo’ cae, algo más pensado como mediano plazo, y empiezan a subir las necesidades primarias”.
“El ‘acceso a las oportunidades de desarrollo’ hacia el futuro va cayendo alrededor de 8 puntos y crece hoy, como una de las principales preocupaciones, el tema del día a día y ver cómo sobrevivir. Surgen preocupaciones respecto al acceso a la alimentación, a la seguridad, la educación, pero más que nada sobre el bolsillo”, planteó en relación a la caída del poder adquisitivo.
De esa manera, la proyección y el largo plazo pasa a un segundo plano con el crecimiento de necesidades primarias que tienen mayor urgencia.
De acuerdo al mismo relevamiento, casi el 76% de los encuestados compra menos productos que hace un año atrás.
“De la mano del empeoramiento en la calidad de vida, los hábitos de consumo se ven impactados. En línea con el ‘vivir el día a día’, el 44,7% de los encuestados dejó de hacer compra mensual y solo compra para el día a día. Más aún, otros hábitos adquiridos a raíz del malestar económico son buscar ofertas y realizar comparaciones entre lugares y reemplazar primeras marcas de alimentos por otras más económicas”, sostuvieron desde la consultora.
Así, ante una reducción en el poder adquisitivo, los consumidores optan por evitar la compra de productos de primeras marcas y se vuelcan por las segundas y terceras opciones, por la conveniencia económica en un contexto de dificultades. Según los datos de la encuesta, solamente 11,4% de los que optan por este cambio volvería a comprar primeras marcas ante un aumento en su ingreso.
Endeudados
Por otro lado, se demuestra que 7 de cada 10 personas consultadas tienen algún tipo de deuda.
Entre ellos, “el 34% posee deudas que equivalen a más del 50% de su sueldo. Las deudas más frecuentes se asocian con alimentos y bebidas, nuevamente tomando en cuenta el aspecto de la necesidad, el día a día. Además, cabe destacar que 2 de cada 10 sostienen que no saben cuándo o directamente no cancelarán la deuda, reflejando la dificultad de pago asociada a las complicaciones financieras y económicas de la sociedad”, apuntaron.
En relación a esto D’aquino señaló: “Nos llamó mucho la atención que uno de los principales puntos por los cuales se están endeudando es por temas de necesidades básicas, como puede ser la alimentación. Y también que los argentinos que se endeudan, que son aproximadamente 7 de cada 10, afirman que no todos están endeudados con el sistema bancario”.
La deudas con bancos por tarjetas de crédito compone el porcentaje más elevado de la morosidad. Sin embargo, según los datos de la encuesta, hay un alto porcentaje que se halla endeudado con entidades no financieras (una entidad por fuera de los bancos o con el círculo de familia y amigos).
“Los jóvenes son quienes menos se hallan endeudados con entidades bancarias, lo que despierta el interrogante en torno a si se debe a una cuestión de desconfianza, dificultad de acceso o si simplemente prefieren recaer en sus familiares y amigos a la hora de pedir dinero”, indicaron.
Método de análisis
Cabe remarcar que para el monitoreo nacional relevado todos los meses por la consultora Taquion se analizar el consumo y la percepción sobre el futuro, entre otros puntos, a través de una encuesta online a más de 2.500 personas mayores de 16 años con acceso a Internet y redes sociales.
“El monitoreo nacional lo hacemos mes a mes con evolutivos hace casi dos años. Esto es lo que nos permite entender cómo va variando el humor social de los argentinos, que es muy variante y más aún en año de elecciones”, aclaró D’Aquino.
Mirada a la dirigencia
La situación económica desfavorable genera elevados niveles de aprobación hacia las medidas llevadas a cabo por el Gobierno Nacional. No obstante, 61,3% sostiene que las medidas llevadas a cabo por el Gobierno nacional son solamente para revertir el resultado de las elecciones PASO poniendo en cuestionamiento las intenciones en última instancia de las medidas implementadas.
“Luego de las PASO el Gobierno nacional realizó una serie de medidas como para paliar un poco la pérdida del poder adquisitivo, pero cuando preguntamos sobre estas medidas impulsadas por el Ejecutivo, la mayoría contestó que creen que son medidas electoralistas, sin sustento a largo plazo”, resaltó D’Aquino.
Por otro lado, 1 de cada 2 encuestados cree que la grieta en la política nacional “está más abierta que nunca”.
“Cuando arrancamos a medir, justo en el inicio de la pandemia, con la mesa de diálogo entre Alberto Fernández, Larreta y gobernadores, teníamos una imagen diferente porque la gente decía que percibía que la grieta se estaba achicando y desapareciendo. Hoy ese panorama dio un giro de 180 grados y tenemos una sociedad totalmente descreída”, expresó D’aquino.
Finalmente, sostuvo que “en este esquema es muy interesante ver que la gente pide una opción superadora que esté por fuera de la grieta, y en el momento en que surge una tercera posición no termina recibiendo los votos que se creía que podía obtener. Entonces surge el interrogante sobre si realmente la gente quiere salir de la grieta o si las terceras posiciones terminan siendo expresiones mismas de la grieta”.