
Con una labor silenciosa y comprometida, los Bomberos Voluntarios de la localidad de Santa Rita cumplieron en marzo último diez años de labor continua donde se destaca la activa participación que tienen en las distintas actividades de esa zona, muchas de las cuales pasan desapercibidas para los lugareños pero que tienen un inmenso valor, como en el reciente traslado de agua potabilizada desde 25 de Mayo para que sus compoblanos puedan contar con el vital líquido faltante por la rotura de una bomba extractora.
El actual presidente de la Comisión de los Bomberos Voluntarios de Santa Rita, Leonardo Engelmann, conoce a fondo todo lo vivido durante los diez años de existencia de esa institución y afirma que “comparativamente con la sequía extraordinaria del año pasado que padeció toda la región, podemos decir que a pesar que nuestra sociedad tiene la cultura de la quema, desde hace tres años para acá nosotros pusimos énfasis en una campaña de concientización en las radios y eso ayudó mucho. Obviamente que siguen habiendo quemas, pero bajó considerablemente quienes continúan empleando ese método”.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Engelmann remarcó que “siempre hay algún caso, que le cuesta incorporar el concepto de prohibición, buscar otra alternativa para trabajar el suelo, pero podemos decir que la gente fue tomando conciencia, sobre todo en la temporada de quema que es agosto y septiembre, donde suele prevalecer el viento norte y heladas, que este año no fueron muchas en comparación al año anterior. De igual manera, si uno hace prevención a la larga se van viendo los resultados, es un trabajo silencioso pero que debe hacerse”.
Engelmann estuvo seis años como presidente y luego decidió “dejarle la función a otra persona porque no estoy de acuerdo en que uno debe perpetuarse en el cargo. Tomar una pequeña distancia te permite renovar ideas, ver nuevas cosas para mejorar y hoy nuevamente estoy al frente pero en realidad soy un voluntario más”.
El Cuerpo Activo está conformado por ocho integrantes, hay una Reserva que también colabora con las guardias, son cuatro personas que rindieron esta última semana el curso teórico de ingreso como bomberos, que pasarían como activos y otros que todavía no lo hicieron. En cuanto a los medios de movilidad, cuentan con cuatro camiones cisternas con capacidad de 13 mil litros, otro de 6.500 litros y uno más chico que se emplea principalmente para el traslado de agua, en aquellos casos en que los vecinos, por ejemplo, tienen problemas de sequía. Además tienen una camioneta que se adquirió 0 km hace poco tiempo atrás y se la utiliza para “ataque rápido”.
Movido comienzo
Recordó Engelmann que cuando comenzaron con la actividad, “trajimos el primer camión cisterna y pareció que llamamos al fuego porque no nos daban respiro las salidas. Eso fue allá por el 2013. Nuestra asociación se fundó el 6 de marzo de 2011, así que cumplimos diez años colaborando con la comunidad. En el invierno tenemos mayor actividad en incendios estructurales, por el problema en las instalaciones eléctricas, estufas o salamandras”.
Por otro lado, manifestó que “después que se liberaron más las actividades que estaban restringidas por la pandemia la gente salió mucho más y creció el número de accidentes de tránsito, algunos muy graves, a los que nos tocó acudir a dar una mano porque conformamos un gran equipo con la policía, infantería en Acaraguá y Tránsito en San Francisco, más la gente de Salud Pública que siempre colabora con la ambulancia”.
En la última semana los bomberos de Santa Rita también trascendieron por su colaboración en esa localidad que se había quedado sin el normal suministro de agua potable por la rotura de una bomba de la planta de extracción, lo que obligó a la Cooperativa que provee el servicio a llevarla desde 25 de Mayo.
“Cualquier ser humano no se negaría a ayudar por el tema del servicio vital que es el agua. Los muchachos estuvieron trabajando desde el martes a las 15.30 hasta las 7 de la mañana del miércoles sin parar porque los tiempos no daban como para que los móviles de la Cooperativa llevaran desde la planta de la toma de agua de Santa Rita hasta la planta potabilizadora porque la gente estaba desesperada y el calor jugaba en contra. Entonces se decidió directamente traer el agua de la planta ya potabilizada para descargarla en Santa Rita en el tanque de la gente”, resaltó.
La distancia entre Santa Rita y 25 de Mayo son 18 kilómetros, “entre ida y vuelta 36, y le llamamos la ‘Capital de los lomos de burros’ a 25 de Mayo. Normalmente para ir vacío a la planta y volver cargado se demoran unas dos horas, después hay que volver a descargar. El tema es los lomos de burro en un momento ya planteamos en el Concejo Deliberante que tendría que haber una vía de escape para esas cuestiones de emergencias”.