En un contexto social en el que se promueve la belleza natural y libre de estereotipos, las cirugías plásticas también son cada vez más aceptadas socialmente. No obstante, “los pacientes buscan resultados que se vean cada vez más naturales”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN la especialista en Cirugía plástica, Estética y Reparadora, Carina Depasquale.
Así, mientras la demanda de cirugías faciales disminuyó, otras menos invasivas ganaron adeptos tanto en el sexo femenino como masculino. “El lifting facial no es una cirugía que esté muy procurada hoy en día porque la gente busca los tratamientos menos invasivos”, explicó la especialista.
A lo que agregó: “Tengo muchos pacientes hombres y mujeres mayores que nunca se hicieron ningún tipo de cirugía estética y que se quieren ver mejor, pero con procedimientos de estética como lo son los inyectables (bótox, rellenos, aparatología para tensar la cara y bioestimuladores). Todos estos son procedimientos mini invasivos que ayudan a mejorar la flacidez, la pérdida de relleno y las arrugas de expresión en el rostro”.
Mamas: la más solicitada
Pese al aumento significativo de tratamientos estéticos levemente invasivos, “una de las cirugías más solicitadas, por lejos, siguen siendo los implantes mamarios”, aseguró Depasquale.
Y las más jóvenes son quienes más consultas hacen al respecto. “Entre 20 y 40 años es el rango etario mayoritario. Las que se acercan después de sus 45 años suelen venir para cambiarse implantes antiguos o sacárselos porque ya no se encuentran con ese cuerpo”, señaló.
Más allá de los implantes mamarios, “también se solicita mucho la rinoplastia estética y rinomodelación. La diferencia entre una y otra es que la rinoplastia es una cirugía con cambios definitivos y permanentes, mientras que la rinomodelación son cambios transitorios con rellenos”, destacó.
La especialista también habló de las cirugías de contorno corporal y abdominoplastia, que son pedidas principalmente por “mujeres que fueron mamás y quieren mejorar su aspecto. Hago mucho este tipo de cirugías en mamás jóvenes que pesar de que se matan en el gimnasio, no pueden combatir la flacidez y estrías que les deja el embarazo. Sí o sí requiere de intervención quirúrgica”.
La cirugía como última opción
Actualmente, “hay tantos productos en el mercado que el paciente primero intenta todo lo que no es quirúrgico para solucionar su conflicto estético y como última opción acuden a nosotros. Se hacen infinidad de tratamientos que le hacen gastar plata sin conseguir el resultado”, dijo.
En este punto, Depasquale advirtió sobre los peligros de los tratamientos no supervisados por cirujanos plásticos. “Al haber mucha demanda, comenzó a haber mucha oferta de médicos que hacen medicina estética pero no son cirujanos. Esto puede traer problemas porque le ponen cosas en el cuerpo que el paciente ni sabe lo que es y a veces los terminan desfigurando”.
Según dijo, “tenemos muchas consultas de personas con labios o la nariz deformada. Ya nos pasa y va a pasar cada vez más porque aumentan los médicos que hacen medicina estética sin ser cirujanos plásticos”.
Sin embargo, “la única especialidad reconocida por el Colegio de Médicos de Misiones es la cirugía plástica estética y reparadora”, agregó.
A esta problemática, se suman las redes sociales con las que “se puede acceder a todo tipo de información y hacer cursos rápidos”, sentenció.
Además, “con las redes los pacientes ponen la vara muy alta en los resultados sin saber que mucho de lo que ven, es Photoshop. Ven un labio o una nariz y la quieren exactamente así, pero es imposible hacerlo y se terminan desfigurando”.
Es más que una cirugía estética
Finalmente, la cirujana se refirió a la gente que cuestiona a la cirugía plástica. “Cada paciente que viene, tiene una historia diferente llena de traumas o miedos. Cuando entran al consultorio, muchos se largan a llorar porque su problema es mucho más que una mama caída o un abdomen estirado. Atrás de todo eso hay un contexto humano que hace que la persona recurra a la cirugía”, dijo.
Por ello, sostuvo que “es fundamental entender qué hay detrás de su pedido de cambio estético: si es un problema puramente anatómico o hay problemas emocionales porque el estado anímico del paciente influye un montón, principalmente en el posoperatorio. Tiene que estar bien consigo mismo para afrontar los cambios”.
Y cuando esto sucede y los resultados son satisfactorios “disfrutamos con los pacientes. No hay nada más lindo que te digan que le devolviste la autoestima y le cambiamos la vida. Eso es lo que más busco como profesional: la satisfacción de mis pacientes”, cerró.
Consultas por cirugías estéticas aumentaron en pandemia
Desde la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER) aseguraron que durante la pandemia aumentaron mucho las consultas para hacerse una cirugía estética, sobre todo de nariz.
Desde la SACPER atribuyeron este significativo aumento a los filtros de Instagram y a las videollamadas y los Zoom que se realizaron durante los meses de aislamiento que enfrentaron a muchos con una imagen que los hizo sentir incómodos con sus propias facciones.
“No tengo dudas de que el aumento en la demanda de las operaciones de nariz está ligado con las videollamadas. Antes en un espejo grande nadie le daba bola a la nariz, pero en una videollamada las imperfecciones se acentúan. Para la nariz se está usando mucho una técnica de rinomodelación con ácido hialurónico (fillers), que es una modificación temporaria, dura entre cuatro y seis meses. No hay un registro formal, pero el número de intervenciones de este tipo debe crecer un 25% por año. Con esa técnica uno puede levantar la punta o llenar alguna depresión en el perfil. Mientras que para la piel se puede hacer un peeling para mejorar el aspecto cutáneo o un lifting para estirar. Pero siempre hay que ser honesto con el paciente y decirle cuáles son los límites de la cirugía plastica”, dijo a La Nación el especialista consultor en cirugía plástica e integrante del Comité de Prensa de la SACPER.