El 1 de diciembre de 2001, el presidente Fernando de la Rúa firmó el decreto 1.570, ideado por su ministro de Economía, Domingo Cavallo, que congeló los depósitos bancarios e inició el colapso de la Convertibilidad con el “corralito” que limitó las extracciones a 250 pesos semanales y prohibió las transferencias al exterior.
Las restricciones afectaron los 16.000 millones de dólares que había en cuentas a la vista y los 42.000 millones de dólares depositados a plazo fijo.
En julio anterior se había aprobado la “Ley de Déficit Cero” que pretendía equiparar los ingresos con los gastos del Estado y se recortó el 13% a las jubilaciones. Durante esos meses nacen las cuasimonedas -la primera fue el “Patacón” emitida por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires-, para llegar a coexistir 13 submonedas locales.
El 10 de agosto de 2001 el Gobierno nacional lanzó los denominados LECOP (Letra de Cancelación de Obligaciones Provinciales), con los que la Nación cancelaba deuda con las provincias.
El gobierno de De la Rúa duraría menos de tres semanas después de establecido el “corralito”, ya que el Presidente renunció el 21 de diciembre tras las sangrientas movilizaciones del 19 y el 20.
El golpe final a la convertibilidad se la dio la sanción de la Ley de Emergencia Económica, el 6 de enero de 2002.
Así reflejó PRIMERA EDICIÓN el histórico “corralito” al día siguiente de su oficialización:
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, ratificó ayer que se limitan las extracciones de dinero en efectivo de los depósitos bancarios, sólo se podrá retirar hasta 250 dólares por semana. Al mismo tiempo, remarcó que la restricción para el retiro de depósitos “es transitoria, (por 90 días) y para preservar los ahorros de la gente“.
Argumentó que las nuevas medidas económicas se deben a que la Argentina ha estado sometida a ataques especulativos de quienes esperan beneficiarse con una devaluación de la moneda. Y agregó que “por esta razón” el Gobierno se vio obligado a tomar medidas extraordinarias para preservar la seguridad del sistema financiero.
Cavallo consideró también que las estrategias para recuperar la confianza y desplazar los miedos hasta ahora no resultaron.
Acompañado por el titular del Banco Central, Roque Maccarone, afirmó que las medidas “no tratan de perjudicar a nadie, sino beneficiar a los ahorristas que tienen su dinero en el sistema bancario argentino”.