La interna en el equipo económico se cobró otra renuncia este jueves. La ex ministra de Industria Débora Giorgi, que hace un mes y medio actuaba como segunda de Roberto Feletti en la secretaría de Comercio Interior, anunció su salida del gabinete en medio de un enfrentamiento con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas.
“Tenía una pésima relación con Kulfas”, mencionaron a Infobae desde el entorno de Giorgi. A diferencia de otros funcionarios designados por Feletti al llegar a la Secretaría de Comercio Interior, la ex ministra no tuvo todavía nombramiento en el Boletín Oficial.
La Secretaría de Comercio Interior, que en el organigrama depende del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, es considerado por algunos miembros del gabinete económico como “una isla”, o un ministerio dentro del propio ministerio, por el peso específico que tiene el área en algunos aspectos de política pública.
Feletti puso a Giorgi en distintas ocasiones al frente de las negociaciones con los empresarios por el congelamiento de precios.
En el sector privado y en algunos despachos oficiales le reconocieron virtudes a Giorgi, pero los resquemores principales venían de mucho más cerca: desde el propio edificio del Ministerio de Desarrollo Productivo. Quien en los papeles es el jefe de su jefe, es decir Kulfas, tenía con Giorgi una relación mucho más distante de la que tiene con Feletti o la que tuvo en su momento con Paula Español.
Alguna pista de esa inquina se puede ver en el el libro que Kulfas escribió durante el macrismo para analizar la política económica de los tres gobiernos kirchneristas. El actual funcionario, en ese sentido, fue muy crítico de algunas de las políticas industriales de ese mandato, principalmente en la segunda mitad de los 12 años de Cristina como presidenta, lo que pone de manifiesto sus críticas a Giorgi.
Kulfas cuestionó, por ejemplo, el fuerte déficit de divisas de la industria que en 2010 pasó de ser de poco más de 6.000 millones de dólares en 2010 hasta los 15.400 millones de dólares en 2013, según el ministro.
En ese sentido, en “Los tres kirchnerismos” (el nombre del libro escrito por el actual ministro), criticó: “Una parte significativa de la política industrial se destinó a fortalecer un régimen productivo que generó un considerable déficit de divisas, descuidó los componentes más sofisticados de la producción nacional, no logró el objetivo de generar una plataforma regional de exportación de autopartes y estimuló un estilo de desarrollo más asociado a procesos de fragmentación social que a los modelos inclusivos que adoptaron otras facetas de la política económica”.
Además de cuestionar la política energética y el polo industrial fueguino, Kulfas fue terminante en su libro, sin nombrarla, con la gestión Giorgi. “Hubo una multiplicidad de acciones y programas, pero faltó una institución coordinadora con criterio estratégico. Ese papel podría haber sido cubierto por el Ministerio de Industria, pero adoleció de una mirada muy poco innovadora”, concluyó