En el marco de una crisis, siempre el Riesgo País (RP) es uno de los indicadores que refleja cuánta incertidumbre tiene una nación. Para otros, es el termómetro del contexto político/económico por el que atraviesa un país para los inversores.
El RP se mide a través del índice Emerging Markets Bonds Index o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), que es elaborado por el Banco JP Morgan y busca comparar el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos (considerado libres de riesgo y seguros) con los emitidos por países subdesarrollados.
En cuanto a la Argentina, su evolución con el indicador es muy errática en el tiempo. Si tomamos el período 2000-2021, podemos notar que el nivel más alto fue de 7.222 puntos el 7 de agosto del 2002, durante la gestión presidencial de Eduardo Duhalde. Se llegó a ese récord a partir del mega-default anunciado por el expresidente Adolfo Rodríguez Saá en un contexto de la salida de la convertibilidad.
Nuestro país fue considerado como un “defaulteador serial”, debido que se encuentra siempre fluctuando entre la inestabilidad política, fuertes recesiones y expectativas de una falta de credibilidad incesante. En datos, podemos decir que el Riesgo País promedio durante el período 2000-2021 es de 1.614,14 puntos.
Para entender mejor la importancia del RP, vamos a tomar el ejemplo de una empresa que desea hacer una inversión de 100.000 dólares en maquinarias agrícolas o equipos informáticos y busca invertirlos en Estados Unidos. Este país le ofrecerá una rentabilidad de 5% en un año con bajo riesgo, mientras que Argentina le puede ofrecer el mismo 5% pero con riesgo medio de pérdida. Por tanto, este inversor se inclinaría a llevar su dinero a EEUU.