Durante los festejos de fin de año en la primaria Hillcrest de Australia, murieron cinco menores por una fuerte ráfaga de viento que levantó a más de diez metros de altura un castillo inflable donde jugaban los menores.
El día que prometía ser un festejo culminó en un lugar con varios helicópteros de rescate y ambulancias. Cuatro de las victimas mortales fallecieron en el acto, mientras que el quinto fue trasladado de gravedad al hospital, donde murió más tarde.
Los niños estaban festejando el fin de clases antes del receso por Navidad, varios de ellos entre 10 y 11 años también resultaron heridos por el accidente.
El primer ministro, Scott Morrison, sostuvo que esta tragedia fue “simplemente devastadora” y afirmó que estaba “destrozado por esta tragedia inimaginable”. Agregó pondrá todos los recursos necesarios al servicio de las familias y de la comunidad afectadas por la tragedia para ayudarlas en lo que sea necesario.
Los padres habían sido invitados a colaborar en el evento que tenía varios juegos y a los que no fueron se les solicitó inmediatamente que retiren a sus hijos luego del incidente. Aún no se confirmo qué se utilizó para anclar el castillo al suelo.
“Tenemos un equipo en el lugar para prestar apoyo a los alumnos y los empleado, y esto incluye psicólogos, trabajadores sociales y capellanes”, aseguró el secretario del Departamento de Educación de Tasmania, Tim Bullard.
Fuente: agencia Noticias Argentinas