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José Peters era un reconocido dirigente cooperativista de la Zona Centro de la provincia. Tenía 62 años y perdió la vida el 27 de septiembre del año pasado. Fue apuñalado en horas de la noche cuando fue a buscar a un grupo de motociclistas con los que no tenía buena relación desde hacía un tiempo. De los detenidos iniciales, dos fueron los más comprometidos y a medida que avanzó la investigación sólo uno quedó imputado. Este es ahora quien deberá enfrentar un juicio como autor del homicidio.
Según fuentes consultadas, hace pocos días el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente elevó el expediente al Tribunal Penal de Oberá para que se juzgue al hombre de 34 años. Según las pruebas que manejaron en la investigación, sería quien apuñaló en el abdomen a Peters, provocándole una hemorragia que acabó con la vida de quien era dirigente de la cooperativa Las Mercedes. “Homicidio simple” es la figura penal que deberá afrontar, la cual estipula entre 8 y 25 años de prisión en caso que sea hallado culpable.
El anteúltimo detenido que tuvo el caso, un hombre de 31 años, había sido liberado por “falta de mérito”, aunque eso no implica que haya sido exonerado completamente de la causa.
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Discusiones frecuentes
Luego que su familia hallara el cuerpo de José Peters, los investigadores consultaron si él tenía problemas con alguien. Señalaron a un grupo de jóvenes y adultos con los cuales discutía por ruidos molestos por el uso de las motocicletas y por picadas cerca de su predio. Esta fue la pista que llevó a la policía a realizar averiguaciones que a la luz del expediente confirmaron esas sospechas respecto a quién o quienes podían ser los autores del crimen.
En el detalle de las últimas cosas que hizo Peters antes que lo hallaran muerto, hubo una salida intespestiva de su vivienda en horas de la noche.
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Aquel 27 de septiembre se encontraba en su vivienda del kilómetro 34 de la ruta provincial 13, cuando salió de la casa en dirección al interruptor de luz ubicado dentro de su predio. Recorrió aproximadamente unos 1.500 metros y al regreso, el integrante de la familia que estaba con él lo vio tomar un machete y salir rápidamente para subirse a su Chevrolet Aveo. No dijo adónde iba ni lo que iba hacer. Pasaron las horas y como no regresaba fueron a buscarlo por la zona. Un familiar lo encontró tirado en el suelo a pocos metros de su auto. Daba la impresión que quiso subirse pero no lo logró. Se había desangrado, producto de una estocada de tres centímetros de ancho en el abdomen.
La División Criminalística realizó la pericias de rigor tanto en el automóvil como en la escena del crimen. Desde un principio descartaron que se hubiera tratado de un robo, puesto que el vehículo estaba con las llaves puestas y tampoco se habían llevado el celular de Peters. En su mano tenía el machete, de alguien había querido defenderse.
Con las pistas y testimonios recabados las primeras detenciones ocurrieron en Picada Candelaria. Fueron dos jóvenes de 19 y 22 años que luego serían liberados. Al día siguiente detuvieron a otros dos de 38 y 21, los cuales también recuperaron la libertad a los pocos días al establecerse que no tenían vinculación.
La aprehensión más concreta ocurrió el 3 de octubre de 2020, luego de una orden de allanamiento emitida por el juzgado a cargo de Gerardo Casco, en un lote de Picada Mojón Grande. Los investigadores llegaron con un dato preciso y comenzaron a confirmarlo cuando observaron tierra removida recientemente. Una motocicleta Honda que había sido desarmada previamente estaba enterrada en el lugar, signo de la intención de hacer desaparecer el vehículo por un motivo de suma importancia para quien lo había hecho. El propietario del lugar, un hombre de 30 años fue detenido. El operativo no terminó ahí, puesto que policías y personal del juzgado se trasladaron hasta una vivienda del kilómetro 38, donde aprehendieron al último y principal sospechoso del crimen. Cuando fue trasladado al juzgado para su indagatoria este optó por guardar silencio.