
El contrabando hormiga se fue potenciando en estos últimos meses en algunas localidades, sobre todo en las limítrofes. Aunque los pasos fronterizos de Posadas, Bernardo de Irigoyen y Puerto Iguazú están abiertos, hay quienes encuentran otros para cruzar “todo tipo de elementos” a los países vecinos.
Si bien -en un principio- se pensaba que con la reapertura de las fronteras serían los misioneros quienes iban a peregrinar hacia Paraguay o Brasil en busca de precios convenientes; la situación es al revés.
Incluso los comercios encarnacenos tenían la esperanza de recibir a un aluvión de compradores y con esto lograr la reactivación de la actividad comercial; al igual que las ciudades brasileñas.
Sin embargo, con el transcurrir de los días esto se fue diluyendo y la postal que se observa en los pasos fronterizos es otra, ya que son los paraguayos y los brasileños quienes llegan a la tierra colorada favorecidos por el bajo valor del peso en comparación con la moneda guaraní o con el real.
Es así que a diario se observan filas de autos que buscan -por ejemplo- cargar combustible en las estaciones argentinas, ya que el litro de nafta súper tiene un valor aproximado de 100 pesos, pero en Paraguay o Brasil ronda los 200.
Pero, la diferencia entre las monedas cambiarias conlleva a que haya cada vez más negocios clandestinos del ya nombrado combustible, la carne y otros productos que se llevan hacia países vecinos.
Ante esta situación, muchos misioneros se muestran preocupados por todas estas actividades ilícitas, ya que aseguraron que entra en juego su propia seguridad y tienen miedo por lo que pueda suceder.
Movimiento todo el día
En Puerto Iguazú, los automóviles, los camiones y las motos no se detienen; y todo el día acarrean todo tipo de mercaderías para pasar a Brasil o Paraguay.
“Se ven motos sin luces, autos y camiones que entran y salen. Polvareda en las calles y ruidos todo el día”, relataron los lugareños.
Entre las cosas que cruzan se encontrarían los cigarrillos electrónicos, ropas, zapatillas, combustible y mercaderías varias, entre otros. Todos los elementos son cargados en lanchas y transportados hacia las orillas vecinas a cualquier hora del día, según se puede observar a través de varios videos e imágenes.
La preocupación de los residentes de los barrios afectados por este tipo de actividad radica en que “temen por su seguridad”. “Nadie controla eso”, expusieron.
Además, señalaron que los vehículos circulan a alta velocidad por las calles internas de los barrios, lo cual representa un peligro para los niños y los adultos que caminan por esas arterias terradas.
“Mientras se pueda le metemos ficha y aprovechamos a full”, serían las frases de quienes utilizan esos pasos clandestinos.
La soja y otros productos
Un producto que se detecta a menudo y que no cuenta con las documentaciones aduaneras correspondientes para su ingreso al país son la soja y otros tipos de granos.
Muchos de estos cargamentos fueron incautados por las fuerzas en la zona de El Soberbio, Alba Posse y otras localidades cercanas.
En uno de los últimos operativos, los efectivos de Prefectura Naval Argentina decomisaron 110 bolsas de soja, que arrojaron un peso de más de 5 toneladas y media, que estaban siendo descargadas a la vera del río Uruguay.
Pero a esto se suman otros productos que se cruzan de un país a otro, como los vinos, champagne, cerveza, energizantes y whisky; artículos de higiene personal, cosmética y farmacia; entre otros tantos.