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Se notó la falta de poder adquisitivo en el último mes del año 2021, según un reporte de los empresarios de la carne en Misiones, para quienes hubo una importante baja en las ventas, de casi el 40% comparado con el mismo período pero de 2020.
“Terminó un mes donde fue muy notoria la falta de dinero en los bolsillos de la gente”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el empresario Abel Motte consultado al respecto.
“Si tomamos como base el año pasado, calculamos que la merma en las ventas fueron abruptas, estuvieron muy por debajo de lo normal y eso, creemos, tuvo que ver con dos variables: el aumento de más del 120% en los precios. A diciembre de 2020 el kilo de asado se pagaba un promedio de 450 pesos el kilo y este año arrancaba desde los 900 pesos y los 1.200 pesos. Si lo trasladamos al bolsillo, para poder afrontar semejante suba el comprador debió haber tenido un ajuste salarial de un 120% y la mayoría no llegó al 50% de aumento anual”, se explayó.
Y agregó: “Otro factor importante que pudo haber incidido en las bajas ventas es que los empleados públicos cobraron recién el último día del mes; con suerte algunos llegaron a comprar algo de carne”.
En coincidencia, Hugo Metrechen, otro empresario de la carne en Posadas remarcó: “Percibimos una caída del 30% al 40% en los cortes de asado y como opción para aplacar el calor los consumidores optaron por menús más fríos: lengua a la vinagreta, vitel tone, pollos rellenos, colita de cuadril. Fue realmente notorio cómo los precios movieron la aguja a la hora de decidirse al momento de comprar”.
“El costo del asado, si lo comparamos con el año pasado se incrementó más del 100%, nosotros percibimos ese cambio en el consumo porque hacer el asado típico no estaba al alcance de muchas familias”, se explayó Metrechen.
El empresario aseguró, que, si bien las ventas de diciembre mostraron un ascenso con respecto a los meses previos de 2021, “nada que ver en comparación con el 2020, que era el año del inicio de la pandemia y sin embargo las ventas fueron importantes, mucho más que ahora por el bajo poder adquisitivo”, afirmó.
El panorama para enero
De todas formas, pese a la incertidumbre con la cual cerró el año, el 2022 comenzó “estable”. “El panorama va a depender mucho de las decisiones macroeconómicas que toma el Gobierno Nacional, en nuestro rubro como en todos los demás. Por el momento lo único cierto es la inestabilidad e incertidumbre en el sector económico”, enfatizó Abel Motte a ese respecto.
Hugo Metrechen, aseguró que la sensación de “reactivación” tras las dos primeras olas del COVID deberá tomarse con pinzas: “Este veranillo de ventas seguirá hasta fin de mes”.