
Las intenciones de mudar el control sanitario de ingreso a la Argentina al Centro de Frontera de Encarnación, anunciado el martes último por las autoridades del área para agilizar el paso, no se concretó en la víspera y en consecuencia las filas siguieron con demoras de hasta 12 horas para trasponer el puente San Roque González de Santa Cruz. Hubo reiteradas quejas de los automovilistas del lado paraguayo porque no se concretó ninguna de las mejoras operativas prometidas.
“Pareciera que nos toman el pelo porque los vimos y escuchamos en los medios declarar a los funcionarios paraguayos y al que está a cargo del control sanitario en el puente del lado argentino (subsecretario de Apoyo y Logística del Ministerio de Salud Pública de la Provincia de Misiones, Dr. Carlos Báez) diciendo que en lo inmediato y ya hoy (ayer) iban a mudar el control al lado encarnaceno para que todo sea más ágil y no pasó nada de eso. Estamos hace doce horas esperando para pasar y recién estamos llegando a la cabecera del lado paraguayo. Es una vergüenza que esto siga así”, señaló indignado Roberto Gómez, quien esperaba para cruzar hacia Posadas en comunicación con PRIMERA EDICIÓN.
Agregó que “dijeron que la Municipalidad de Encarnación iba a asistir a quienes estaban en la fila, que iban a acercar agua, que pondrían incluso baños químicos y nadie apareció en todas estas horas que estuvimos haciendo la fila, sólo de a ratos y en determinados lugares algunos agentes de tránsito, que hasta ellos se cansan y se van. Uno a lo lejos puede ver como algunos discuten y se pelean porque se meten de prepo en las filas y acá de este lado no podés hacer mucho, porque podés recibir un tiro a la madrugada. Algunos hacen sonar las bocinas a modo de queja cuando pasa algo así. Es indignante. Yo cruzo porque tengo mis familiares que están enfermos y no puedo dejar de verlos en esta situación”.
Registrado
Los medios de prensa de la “Perla del Sur” también siguieron durante la víspera lo que estaba aconteciendo con las filas que, detallaban, se extendían ayer por la mañana hasta el Acceso a la Asociación Japonesa de Encarnación, unos 2,5 km hasta la cabecera del puente. Luego desde allí quedaban unas cuatro horas más de espera para llegar hasta el lado argentino.
Vale recordar que el martes último en la reunión que se desarrolló en el Centro de Frontera de Encarnación participaron autoridades sanitarias, de Migraciones y Aduanas de ambos países, como así también representantes de las fuerzas de seguridad.
En esa ocasión acordaron que se acondicionaría un “container” para que allí se instale el equipo sanitario argentino y evitar de esa manera que quienes deban someterse al test de PCR para ingresar al país no obstaculicen el tránsito ante la falta de espacio físico para estacionar los vehículos del lado argentino. El compromiso quedó registrado, con declaraciones realizadas por los funcionarios de ambos países a los medios encarnacenos.
“Lo único que cumplieron es que pasaron a cobrar más caro el PCR del lado argentino, eso sí no tuvieron problemas para poner en vigencia. Desde ayer a la tarde nos dijeron que ya lo están haciendo y a nosotros en particular no nos afecta porque vivimos en Encarnación, no lo necesitamos porque vamos y venimos ya que tenemos familiares de ambos lados”, explicó indignado Rafael Benítez.
Agregó que “pedimos sólo celeridad para pasar, que nos controlen todo lo que sea necesario, tenemos toda la documentación en regla, pero no pueden tardar tanto como lo están haciendo en estos días”.
“Crucé, vi la fila y decidí volver”
Entre los tantos relatos de quienes padecen las esperas “inhumanas” para ingresar al país a través del puente internacional San Roque González de Santa Cruz, Esteban Ríos, contó que “pasamos ayer a la mañana para visitar a un pariente enfermo que vive en Encarnación pero como me encontré con la fila interminable y tenía el permiso por 24 horas dije voy a volver nomás porque era impresionante”.
Agregó que “fue un impacto, di vuelta allí nomás y me puse en la fila. Llegué a la parte de Osito, cerca de la Aduana paraguaya a las 11.20, desde allí a la segunda torre del puente internacional tardé hasta las 4 de la mañana y desde allí hasta el mediodía para poder pasar. Me comí más de doce horas en el puente y cuando llegué acá lo que noté es que hay mucha gente joven que no tiene conocimiento en el Centro de Frontera, te vuelven a pedir los mismos papeles que ya les había presentado a los de sanidad, mezclan todos los documentos. Es inhumana la espera, la mayoría de la fila éramos todos argentinos, mujeres y niños que no tenían dónde ir al baño”.