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El lago Furnas en Brasil, fue el escenario de un trágico derrumbe que dejó como saldo 32 heridos, entre ellos 4 hospitalizados y finalmente 10 víctimas fatales, al desplomarse un gran cañón sobre unas barcas en pleno paseo turístico.
Los miembros del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais llevaron adelante un intenso trabajo de búsqueda y rescate desde el mediodía de este último sábado, cuando ocurrió la tragedia. Por su parte, la Policía Civil está realizando las correspondientes tareas de identificación de los cuerpos, puesto que ya no quedan personas desaparecidas y se estableció el número total de los afectados.
Al inicio de la investigación, los bomberos informaron que habían 20 desaparecidos, luego con el correr de las horas se contactaron con las personas que estaban presentes en las embarcaciones al momento del derrumbe, con el fin de corroborar cuántas eran y quienes continuaban desaparecidas.
Según explicó el portavoz del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, Pedro Aihara, esa región de cañones está formada por rocas sedimentarias que son “más susceptibles a las acciones del viento y las lluvias” y, por tanto, “presentan una resistencia menor” a las inclemencias meteorológicas. En este sentido, sospechan que las lluvias de los últimos días podrían haber presionado las paredes del acantilado que luego derivó en el impacto.
Aunque se están realizando las labores de identificación, el delegado regional de Passos, Marcos de Souza Pimenta, informó que por el golpe los cuerpos están muy dañados. En consecuencia, hasta el momento se pudieron reconocer oficialmente sólo a un jubilado de 68 años y a un adolescente de 14 años junto a su padre.