El Gobierno dio a entender en los últimos meses del año pasado, más precisamente cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó el Proyecto de Presupuesto 2022 en el Congreso que finalmente fue rechazado que habría un aumento de las tarifas de luz y gas este año.
La segmentación tarifaria que anunció Guzmán en el 2020 y que tuvo grandes problemas políticos en su instrumentación, al parecer se comenzaría a aplicar en 2022, de acuerdo con lo que afirmaron tanto el ministro, como el secretario de Energía, Darío Martínez, en sus exposiciones del lunes 15 de diciembre en el Congreso de la Nación en la presentación del Proyecto de Presupuesto 2022.
Con respecto a una futura reducción de los subsidios económicos, Guzmán, en su presentación frente a los diputados, manifestó en ese entonces que “la reducción en los subsidios se iba a producir a partir de la segmentación del cuadro tarifario y vamos a subsidiar sólo a aquellos que lo necesitan”.
El ministro también habló de “focalizar el tema”, pero en el medio de su exposición aclaró que el secretario de Energía explicaría el tema.
Al respecto, Martínez manifestó que la reducción de los subsidios se dará por la eliminación de la partida para el segmento de grandes usuarios dentro del mercado mayorista y los beneficios obtenidos gracias al Plan Gas.Ar por la caída de la Resolución 46, pero no dio más detalles al respecto.
Segmentación de tarifas
El funcionario también destacó que se estaban analizando los casos de segmentación de tarifas de unos 16 millones de usuarios a través de los distintos entes como el ENRE en lo que se refiere a electricidad y el ENARGAS en lo referido al gas.
De acuerdo a la opinión de algunos expertos del sector consultados por iProfesional muchos de ellos señalan que es bastante complejo el tema de la segmentación de las tarifas que propone el gobierno para efectuar los aumentos, ya que no hay partidas cruzadas que dirijan la rentabilidad del sector hidrocarburífero de Vaca Muerta hacia las generadoras y distribuidoras de energía. Además, destacan que no se han eliminado los subsidios a los grandes usuarios, que, si bien se redujeron bastante, no alcanzan para compensar el recorte.
Los grandes usuarios explican el 35% de la demanda, 15% consumen las PyME y el otro 50% es residencial.
La política de segmentación que prevé implementar el Gobierno este año supone una quita de subsidios en las boletas de luz y gas para ciertos sectores, comenzando con los de mayores ingresos, pero la mayoría de los analistas consultados por iProfesional tienen bastantes dudas con respecto a la efectividad de la instrumentación o a su judicialización por parte de algunos usuarios.
Explican que la segmentación de tarifas que quiere aplicar el Gobierno podría tener problemas de implementación y el problema es que de mantenerse el actual congelamiento de tarifas los subsidios económicos irían de los u$s10.000 millones estimados para este año a los u$s16.000 millones para el próximo.
Estos especialistas destacan que un esquema de segmentación de tarifas significa la aplicación de un subsidio cruzado discriminando usuarios por algún tipo de parámetro, como pueden ser el consumo, el lugar de residencia y la capacidad de pago.
Los expertos explican que instrumentar un mecanismo de este tipo implicaría aumentos de tarifas muy por encima de la inflación para un porcentaje menor de clientes residenciales representados por un 15% al 25% de los hogares. En tanto, el resto de los usuarios no tendrían aumentos o deberían enfrentar subas menores.
Los cálculos de los aumentos de tarifas van de un 70% para usuarios de gas y del 60% para electricidad, según expertos.
El economista Jefe de FIEL, Fernando Navajas, explica que “se requieren aumentos de hasta un 200% en los hogares que van a ser segmentados” y manifiesta que “cuando hagan eso, el Gobierno no podrá evitar filtraciones del esquema a hogares de clase media, por lo que va a tener un problema de error de inclusión de usuarios en el esquema”.
Los especialistas sostienen que se trata de un esquema de segmentación con muchos defectos que lo pueden hacer fracasar en la práctica y, además, es un sistema que no tiene una validación internacional, porque ningún país en el mundo lo utiliza. No hay experiencia piloto alguna en el mundo y es muy vulnerable a una judicialización, por ser incompatible con la prohibición legal de tener subsidios cruzados.
Agregan, además, que se trata de un sistema inédito que no encuadra en las buenas prácticas en la materia, que distorsiona precios y que choca con el marco normativo y regulatorio vigente lo cual constituye una barrera legal adicional. El experto Daniel Gerold, en una exposición en la Amcham a fines del año pasado, advirtió que los subsidios energéticos llegarían a unos u$s16.000 millones el año próximo si se mantiene el congelamiento de tarifas.
Con respecto a lo que harán las empresas, hay que destacar que el 16 de noviembre pasado el Gobierno les ordenó a las distribuidoras de electricidad Edenor y Edesur que reempadronen a sus usuarios residenciales para tener los datos actualizados de todos sus clientes. Este es un paso clave para comenzar a aplicar una segmentación.
Según comunicó en su momento el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), la instrucción a las empresas fue para que “adecuen sus mecanismos de gestión a fin de promover el reempadronamiento” de más de 1,5 millones de usuarios de categoría residencial.
El aporte del Estado continúa siendo significativo
Los repetidos apagones en medio de una fuerte ola de calor volvieron a poner en el centro de la escena el atraso tarifario del sector eléctrico en la zona metropolitana y las deficiencias del servicio. La contracara es un fuerte aumento de subsidios para sostener las prestaciones, tanto de energía como de transporte, habiendo tocado un nuevo pico el año pasado de 3,2% del PBI, exactamente el doble de lo que había dejado Mauricio Macri cuando dejó el Gobierno en 2019.
Otra forma de analizarlo es que hoy los subsidios para mantener tarifas semi congeladas ya equivalen al total del déficit primario, que en 2021 habría estado levemente por encima del 3%. Martín Guzmán había presentado en su fallido Presupuesto 2022 un objetivo de mantener estable ese volumen de gasto en relación al PBI.
El tema eléctrico en el Proyecto de Presupuesto 2022, que finalmente fue rechazado por la oposición a fines del año pasado tenía una gran importancia en cuanto a la reducción del monto de los subsidios. Esto es uno de los principales pedidos de los técnicos del FMI para comenzar a equilibrar las cuentas públicas. El FMI pide una rápida reducción del déficit fiscal primario para llegar a déficit cero en el 2025. En tanto que el equipo económico quiere llegar al déficit cero recién el 2027.
Pero más allá de la intención de las autoridades y del pedido del FMI, el proyecto presentado para el próximo año tenía pocas definiciones, por ejemplo, acerca de la política que se llevará adelante con las tarifas de electricidad y el nivel de subsidios a desembolsar. Esta reducción en los subsidios económicos podría leerse como un futuro aumento de las tarifas de servicios como el transporte, la luz y el gas.
Lo curioso es que el Proyecto de Ley 2022 que Guzmán envió al Congreso preveía para el 2022 un gasto de unos $620.000 millones, que está por debajo de lo que realmente se gastará este año y un 12% más que el vigente Presupuesto 2021. En términos del PBI, equivale al 1%, el mismo gasto incluido originalmente en 2021.
En el mensaje del Proyecto de Presupuesto 2022 enviado al parlamento, la única afirmación concreta sobre el tema aparece en la página 150: “Para 2022, se prevé que el 43% de los costos mayoristas del sistema eléctrico sea cubierto por la tarifa eléctrica que abone el usuario”.
Por otra parte, Guzmán indicó que la cobertura de las tarifas (precio facturado a los consumidores / costo de generación) será del 40 %. Ese monto a valores de hoy se ubicaría cercana al $1 billón de pesos, o el equivalente al 1,5% del PBI, cifra similar a la esperada para el corriente 2021 y lejos del porcentaje de 1 por ciento que figuraba en el Proyecto de Presupuesto 2022.
En la actualidad el mecanismo funciona de la siguiente manera. Los usuarios de las empresas distribuidoras abonan la tarifa estacional y cubren apenas un tercio del costo de generación del servicio.
Fuente: iprofesional.com