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La reciente decisión del Gobierno de dejar que los empleados públicos trabajen desde sus casas este jueves y viernes y el pedido a las empresas de reducir el consumo de energía dan cuenta de que la situación energética puede ser más grave de lo que el Gobierno preveía y se ha agravado por la ola de calor. A esto hay sumarle el aumento del costo de energía en el mundo lo que agrava la situación local.
Con la sensación térmica rozando los 42°, la demanda energética alcanzó un nuevo pico de 28.136 mw a las 14.05 de ayer, lo que obligó al Gobierno a recurrir a importaciones desde Brasil y Paraguay para abastecer el sistema. De esta forma se superó el máximo de 27.550 mw que se produjo el jueves a las 15.15, que a su vez había quebrado el anterior tope del martes 11 de enero de 27.234 mw, informó la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
Desde martes pasado, luego del gran apagón que afecto a gran parte del AMBA, el secretario de Energía, Darío Martínez, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, negocian con cámaras empresariales para que se reduzca su consumo de energía en los próximos días.
Para comprender el problema energético, uno de los principales problemas es el atraso de las tarifas a los consumidores como usuarios comercios y grandes empresas. Pero el otro es el desfasaje que existe entre los precios internacionales y locales del petróleo y el gas.
Mientras que el barril de petróleo vale aproximadamente unos 85 dólares en el mundo en la Argentina se comercializa a 55 dólares por la vigencia del llamado barril criollo.
Por el lado del gas, el precio internacional del millón de BTU vale USD5,8 y acá se vende a 3,5 dólares.
De acuerdo a los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional la ola de calor se profundizará al menos hasta hoy, por lo que se incrementará sensiblemente la demanda de energía eléctrica en todo el país y en particular en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Ante esa situación, el Gobierno llevará adelante “medidas preventivas” para evitar apagones. De acuerdo a un documento elaborado por el equipo de Energía y Desarrollo Productivo junto con los responsables del ENRE y el ENARGAS y AYSA, el Gobierno nacional evalúa armar un Centro de Contingencia (Seguridad, Energía, Salud, AYSA), para poner límites a la demanda industrial en horas pico y un mayor despliegue de acciones territoriales de contención.
Asueto estatal hasta el martes
Entre las medidas que plantea ese informe está el Decreto 16/2022, publicado el jueves en el Boletín Oficial, que da asueto a los empleados públicos el jueves y viernes. En el texto de la norma se indicó que el objetivo era “reducir el consumo de energía eléctrica y de agua”
Desde el Gobierno explican que la mayor demanda de energía se explica por el “crecimiento de la economía” que lleva a las plantas industriales a utilizar mayor cantidad de electricidad. Por eso el Ejecutivo está dialogando con las principales cámaras empresarias para buscar una solución.
“Este escenario de crecimiento de la demanda y temperaturas pone al sistema eléctrico en una situación de despacho de extrema exigencia, superior a las precedentes olas de calor”, explica el documento.
El reporte también detalla que “podemos decir que habrá nuevos récords de demanda de energía y potencia (30% superiores a la media histórica), esperando para este último caso, máximas superiores a los 28.500 MW en un día, marca que supera el récord del martes pasado que fue 27.234 MW”.
Las empresas distribuidoras de servicios básicos de electricidad y agua piden una fuerte actualización de sus valores en más de un 50% del precio total que llega en la factura de fin de mes.
Objetivos de Energía
Al asumir su cargo, el actual secretario de Energía, Darío Martínez, fijó tres objetivos urgentes. En primer lugar llevar a cabo el plan GasAR, en segundo construir el gasoducto Néstor Kirchner, y por último concretar las obras mencionadas para actualizar el sistema de distribución de energía eléctrica para el AMBA.
Además explican que no se trata de una gran obra sino de una multiplicidad de trabajos de modernización de la red y que se requiere pasar de una fase monófasica a trifásica cuando el consumo del hogar aumenta, o poner cables más anchos para que soporten las potencias necesarias.
El miércoles en una reunión de urgencia al presidente Alberto Fernández analizó junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, el informe del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo “la situación en las diferentes regiones frente a la ola de altas temperaturas que atraviesa el país y los recaudos que estamos tomando para la normal provisión de agua y electricidad”, informó el propio Presidente luego de la jornada en la que alrededor de 700 mil usuarios estuvieron sin luz en el AMBA.
Pedido especial a las empresas
“Desde nuestro gobierno por indicación del presidente Alberto Fernández se está llevando adelante un diálogo profundo y minucioso con conglomerados de empresas para que esta disminución del uso de la electricidad durante estos días se lleve adelante”, comento a iProfesional una fuente cercana a esos equipos técnicos.
Los directivos empresarios consultados pertenecen a la UIA (Unión Industrial Argentina), con la UIPBA (Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires), con el IPA (Industriales Pymes Argentinos), con Came (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), con la Cadena Textil Indumentaria, con la Federación Maderera, la Cámara de la Industria del Plástico, la Cámara del Calzado y Adimra (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina). En tanto desde las empresas distribuidoras, generadoras y transportadoras de energía se preparan para días difíciles.
La explicación desde distintas fuentes del gobierno es que de los 28.000 Mw de demanda que hay 10.000 Mw corresponden a los grandes usuarios y a las grandes empresas. Por lo tanto, desde el gobierno sostienen que una reducción en ese sector es realmente lo que va a ayudar a que el sistema pueda funcionar y pueda hacer frente a la demanda, más allá de que puedan suceder contingencias.
Martínez explicó que “el crecimiento de la demanda de la actividad industrial más la ola de calor estamos ante un pico de demanda histórico, por eso pedimos el acompañamiento de la industria. El sistema está trabajando a tope”.
Las claves de los apagones
“Es importante tener en claro qué es lo que sucede en el sector energético para poder comprender la magnitud del problema”, explica el economista Damián Di Pace quien cita varios problemas.
1. En el caso de la energía eléctrica, la tarifa de un consumo promedio de 250 KWh, tuvo un costo de unos $900 pesos en el período del 2010 al 2021, es decir que si tomamos por ejemplo al dato del 2019 se pagó $2.041 en promedio, mientras que hoy en el 2021 se encuentra pagando en promedio $1.080 pesos, esto quiere decir que el valor de la tarifa es mínimo.
2. En 2015, el valor de tarifa plena (real) era de $1.194 aproximadamente, pero una familia promedio solo pagaba el 15% del valor de la tarifa, es decir abonaba por mes $179, por lo que durante los años siguientes se corrigió esta situación llegando hasta ahora en donde se paga $1.080 la factura de luz, pero esta cantidad solo cubre el 38% del valor real.
3. Para mantener este esquema, se necesitan destinar alrededor de u$s10.000 millones de dólares (subsidios destinados a Cammesa, IEASA, etc) por lo tanto una familia en la actualidad debería pagar aproximadamente $1.080 más el 70% de aumento que exigen las empresas, pero para que esto no suceda, el Estado cubriría la diferencia, logrando así que llegue al bolsillo del ciudadano solo un aumento del 10 % en Buenos aires y un 6% en el interior del país.
“Esta situación ejerce una fuerte presión sobre las empresas distribuidoras en el caso del AMBA Edenor y Edesur y sobre los proveedores de energía eléctrica que se vuelve cada vez más insostenible. El problema es con una alta inflación los costos aumentaran y las empresas no podrán subir las tarifas, porque el Estado a través de los subsidios será quien financie esos aumentos. Esto implica mayor presión al sector público, ya que deberá resignar recursos de otras partidas presupuestarias urgentes para solventar y mantener este esquema”, explica Di Pace.
Como estos recursos no son suficientes el estado seguirá emitiendo dinero para continuar financiando a empresas que brindan estos servicios, como es el caso de CAMMESA, donde el último dato arroja que se le tuvieron que transferir aproximadamente unos 700.000 millones de pesos el año pasado para que esta empresa pueda continuar funcionando. Para entender el tema hay que destacar que la mega emisión de pesos del BCRA en diciembre fue de unos 600.000 millones de pesos.
Fuente: iprofesional.com