El pasado 8 de enero, dos delincuentes a bordo de una camioneta, desvalijaron un taller mecánico ubicado sobre avenida Aguado, entre Santa Cruz y Andresito. Luego de varios días de investigación y de seguir pistas, la policía detuvo primero a los implicados y finalmente ayer recuperaron lo robado.
Efectivos de la División Robos y Hurtos pertenecientes a la Dirección de Investigaciones Complejas, pudieron establecer que la gran cantidad de herramientas que habían sido robadas al hombre de 53 años propietario del taller, se encontraban en una vivienda del barrio Ñu Porá. Cuando dialogaron con el dueño, este les manifestó que dos conocidos de él, le pidieron que le guardada los elementos. Pero no todo estaba en el lugar, porque un mecánico ya se había llevado varias de las herramientas denunciadas.
Con los datos aportados se dirigieron a un taller ubicado en el barrio San Jorge, donde le explicaron al propietario del lugar que lo que tenía en su poder eran herramientas robadas, a lo que él respondió que las había comprado de buena fe.
Luego de informar del hallazgo a las autoridades judiciales en turno, procedieron a trasladar los elementos a la sede policial para realizar la identificación de las mismas y que estas sean reconocidas por el dueño original, para que luego le sean restituidas tras los trámites de rigor.
Por este caso, PRIMERA EDICIÓN supo de fuentes consultadas que un joven de 19 años y empleado del taller había sido detenido, puesto que está sospechado de haber vendido por valor de 12 mil pesos la información a los delincuentes para que pudieran cometer el robo. Asimismo, hay dos detenidos que serían los que a bordo de una Volkswagen Amarok blanca “reventaron” la puerta trasera del taller y con la copia de las llaves de los candados del frente, pudieron sacar sin problemas las herramientas y cargarlas en la camioneta. El vehículo fue secuestrado por la policía en el mismo momento en que los delincuentes regresaban a la provincia desde Corrientes por la zona de El Arco.
Entre los elementos que habían robado se encontraban computadoras para diagnóstico electrónico de vehículos, pinzas, llaves, taladros de banco y de mano, un compresor, una amoladora y baterías de automóviles que estaban en reparación. El dueño había calculado una suma aproximada al millón de pesos respecto al valor de las mismas.
Un vecino que había visto merodear el taller días antes del robo, había anotado la patente y ese fue uno de los datos importantes de los que se valió el dueño para dar con las primeras pistas e informar a la policía.
Cuando fue detenido el empleado, este habría confesado ante los policías que él les facilitó los datos para entrar al taller y hasta habría estado en la camioneta esa noche que vieron la Amarok merodear de forma sospechosa.