
La majestuosa belleza de la naturaleza plasmada en muros y paredes por la artista posadeña, Alejandra Ciganda, interrumpen por un momento el gris paisaje de lo urbano con un mensaje de concientización y cuidado por el medio ambiente.
Maravillosas figuras de animales, aves y plantas autóctonas de Misiones, se convierten en protagonistas en el camino de transeúntes y vecinos, quienes se detienen por un momento delante de estas pinturas con la intención de admirar ese paisaje natural que ofrece desconectarnos de lo cotidiano y apreciar la gran riqueza natural que tiene la provincia.
Una idea que nació de esta artista quien junto a una amiga, días pasados plasmaron su mensaje y su arte en un muro del barrio de villa Sarita de Posadas, luego continuaron con otra intervención en una vivienda del barrio de Villa Blosset, entre muchos otros trabajos. Además, la muralista fue invitada a realizar intervenciones artísticas también en otra localidad de la provincia.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Alejandra Ciganda contó que es una artista del plano de los cuadros, y de apoco fue alentada a incursionar en el arte urbano, donde también llevó adelante estas intervenciones para concientizar y descubrir la riqueza natural que encierra la provincia “me gusta mucho la naturaleza y Misiones, es algo que uno lo tiene, y no perder ese amor que se debe tener porque la naturaleza es sabia y es la que nos da el bienestar”, expresó.
Fue así que luego del confinamiento a causa de la pandemia, la muralista buscó la manera de llegar a la gente a través de sus pinturas que expresaron una gran diversidad de animales y plantas “entonces la gente se interesa un poco más. Creo que uno interactúa con un mural sacándose fotos o viendo el nombre de cada pájaro, en este caso fue el de un loro que está en peligro de extinción porque la gente lo usa de mascota”, explicó la profesional, quien a su vez investiga sobre cada animal o planta que dibuja.
En este sentido la profesional contó que en un espacio de 17 metros realizó tres murales donde en un sector pintó una serie de tucanes para “que la gente vaya se saque fotos, me gusta trabajar y que la gente interactúe. Hice lo mismo con los cuadro que tienen textura, esta prohibido tocar los cuadro, pero a mi me gusta que lo toque, ya es un sentido más que la gente pueda apreciar”, señaló.
Paredes transformadas en lienzo
Sobre la nueva tendencia de llevar el arte urbano dentro de los hogares, la artista recordó, el pedido que le hizo una familia quien contaba con un gran patio con quincho, pileta y un muro de doce metros por dos y medio, que querían embellecer y quería hacer una pintura que plasme una pared rota y que del otro lado se vea el mar“la gente interactúa por más que sea un mural, en este caso el mar no esta en la pileta, pero uno se da vuelta, está la palmera, el agua y la profundidad. La gente tiene idea de embellecer sus casas, les gusta y es una tendencia la de los murales, es una parte decorativa que genera un bienestar visual. Le cambia la energía al lugar y como se usa de forma decorativa dije: ‘que se use de esa manera, pero que tenga una intervención de conocer algo más de los que tenemos’”.
Es por ello que en las intervenciones, Ciganda utiliza el follaje misionero o de la zona en cada elemento que dibuja como las hojas de Pitanga, donde muchas personas al verlas en sus pinturas googlea para saber sus características: “Creo que es una manera muy divertida de concientizar a la gente, que cuide lo que tiene alrededor porque la gente de campo sabe porque convive con eso, y si uno no convive con la naturaleza no aprende, no es que sean ignorante, es porque uno no lo tiene cerca”, señaló.
Cada una de estas obras consigue una interacción entre el público y la artista: “Escucho los comentarios de la gente, se sacan fotos, se quedan contentos y dice, ‘mira este loro averigüe y pasa tal cosa, me traen información y esta bueno, es una buena manera de aprender”, expresó.
Asimismo, en su último trabajo en cercanías a la costanera capitalina, la muralista pintó enredaderas o violetas que vio por el camino “no sé todos los nombres, porque no soy botánica, pero de a poquito yo misma voy aprendiendo, siempre digo lo que uno va a pintar tiene que conocer para poder trasmitir… porque el que observa tiene que reconocer eso”.
Actualmente hay movimientos de muralistas, quienes en gran parte, se inclinan en expresar la historia del individuo mientras que la artista misionera prefiere trabajar sobre la naturaleza local, es así que en su último trabajo “le agregué el picaflor, ni el sonido sabemos, tiene una manera de acercarse , de volar y lo tenemos acá; en el árbol de la casa y no le prestamos atención por ser tan pequeño, porque no somos observadores, no estamos entrenados para observar, estamos en nuestra rutina…hice tres picaflores y una señora se sacó una foto y me dijo ‘vos sabes que en mi casa tengo tres’, porque los picaflores son sectarios y se pelean entre ellos… para mi es una satisfacción total y que se ve lo que uno hace”, describió.
Traspasar los límites
Alejandra lleva adelante su taller de pintura donde enseña a varios estudiantes y a su vez comenzó a incursionar en la elaboración de murales: “Un cuadro se limita a un espacio interno o a un museo y un mural te da un espacio y una visualización distinta, hay todo un movimiento alrededor de un mural”.
Finalmente la artista comentó que más adelante comenzará con sus otras actividades artísticas y recordó su última exposición Misiones botánica que se realizó el año pasado en el salón de la Asociación Sanmartiniana donde “había presentado lo que es el follaje de distintas plantas autóctonas, y ahora voy a ver en que empiezo a trabajar de nuevo para hacer otra serie. Esto es parte del artista, estar trabajando constantemente, las oportunidades te tienen que encontrar trabajando, y así armar mi próxima exposición, mientras tanto estamos trabajando con los murales”, finalizó.
