
Hace sólo unos días las temperaturas en la provincia eran altísimas, con sensación térmica también por encima de los 40ºC. Imaginen viajar en un colectivo de media distancia con pasaje completo, vidrios cerrados y sin aire acondicionado. De sólo pensar ya genera incomodidad, más teniendo en cuenta que seguimos atravesando la pandemia a causa del COVID-19. Bueno, usuarios del servicio de media distancia contaron a PRIMERA EDICIÓN que esa es la realidad que les toca vivir a los pasajeros, ya que algunas de las unidades no tienen o no encienden los aires acondicionados.
Fueron muchas las quejas, el pasaje lleno, con gente parada en los pasillos y el mal estado de las unidades. Las líneas de colectivos todavía no están funcionando con normalidad como antes de la pandemia. No hay libros de quejas en las unidades, ni en las terminales. Tampoco hay inspectores de la Dirección de Transporte de la Provincia que hagan las verificaciones correspondientes.
Con la implementación de la cuarentena se suspendió el sistema de transporte de pasajeros. Recién en noviembre del 2020, ocho meses después de la aplicación de esta restricción, se comenzaron a habilitar las líneas de colectivos de media distancia. Las habilitaciones fueron de a poco. Ya pasó un año desde que se comenzó a restablecer el servicio de media distancia y no está habilitado el total de las líneas, como en la prepandemia. Eso hace que los colectivos vayan colapsados y con el calor el viaje es agobiante.
Carmen Vogel viaja habitualmente desde Oberá a San Vicente en diferentes empresas y denunció que en la mayoría se viaja como ganado. “Este martes viajé con la empresa El Puma con una temperatura que a las 8.30 de la mañana ya era de 30 grados y no había aire acondicionado y tampoco ningún tipo de ventilación. El colectivo iba lleno y muchos de los pasajeros iban parados. El guarda que cobra el boleto no nos supo dar explicaciones del por qué de la situación”, dijo.
La usuaria, que se mostró molesta por el viaje que tuvo que hacer por más de dos horas en el trayecto de Oberá a San Vicente manifestó: “Viajo habitualmente entre estas dos ciudades y no es la primera vez que viajo así. Lo hice con otras empresas y en la mayoría pasa lo mismo, sin aire acondicionado y sin ventilación. No son todas las empresas las que tienen sus unidades en muy mal estado, hay algunas que sí prestan un buen servicio”, contó.
Vogel también aclaró que le pidió al guarda el libro de quejas “para anotar lo que estaba ocurriendo en el colectivo, por ahí los dueños de la empresa leen y corrigen algo, pero no tenían.
Cuando me bajé en la terminal de San Vicente busqué al inspector de la Dirección de Transporte para hacer la denuncia y no había nadie y nadie sabe si alguna vez hubo un inspector. Tampoco encontré un libro de quejas para exponer mi disgusto ahí”.
La usuaria también indicó que “las frecuencias son muy separadas una de la otra, los pasajeros no tenemos muchas opciones. Vemos que las unidades están en mal estado. Las cubiertas están en mal estado y cuando levantan a mucha velocidad el colectivo se sacude tanto que da un poco de miedo, sabiendo que hace poco se produjeron dos accidentes graves de colectivos en las rutas misioneras”, dijo.