Una gira en torno a la “Historia del fútbol de Puerto Rico”, mientras que la otra, buscará reunir a todos los Intendentes de su pueblo desde la nueva Democracia (desde 1983 hasta la actualidad) para escribir sobre “Puerto Rico en obras”. En este trabajo buscará develar cómo se gestionaron y consiguieron todas las obras relevantes de la ciudad durante sus mandatos, como ser, el polideportivo, la costanera, las cloacas, el circuito de motos y karting, los juzgados, la Cámara de Apelaciones, el edificio de Tribunales, la multicancha, la rotonda de ruta nacional 12 del acceso de avenida 9 de Julio, el Mercado Concentrador Zonal, el Mercado Modelo La Placita, y el nuevo Hospital de Área, entre otras.
Cristaldo recordó que el primer libro “Parte de mi historia”, data de 2019, y que en él relata desde su infancia en el barrio 25 de Mayo, las vivencias con mis amigos de crianza, sus pasos por la escuelas primaria y secundaria, la “colimba” en el Regimiento de Infantería de Monte 30 de Apóstoles, la carrera universitaria en Corrientes, donde estudió y se recibió de abogado en 1990, el regreso a su pueblo a trabajar como abogado, sus pocos pasos en la vida política de Puerto Rico, el intento de suicidio y la actualidad de ese momento.
A modo de agradecimiento
Al segundo libro presentado en noviembre de 2021 llamado “Mi vida universitaria”, lo escribió para agradecer a todas las personas que “de una u otra manera me ayudaron a lograr el título de abogado ya que vengo de una familia pobre económicamente. Mis padres, Eulalia Chamorro y Juan Epifanio Cristaldo, no tuvieron profesión ni oficios, y tuve que recurrir a la ayuda de mucha gente para alcanzar la meta en Corrientes. Nada fue fácil ya que no tuve para comer varios días ni las comodidades mínimas como una cama, platos, cubiertos, ropa, abrigos, zapatos, zapatillas, buenos alimentos, trabajo; y de igual manera seguí adelante hasta recibirme”, aseguró.
Pretende que su testimonio sirva de mensaje, que “a pesar de no tener medios económicos suficientes para estudiar una carrera universitaria igual se puede, con mucho esfuerzo y espíritu de lucha se puede alcanzar el sueño. No debemos abandonar la carrera ante la primera adversidad, nunca debemos renunciar al sueño, todo es posible teniendo buenas intenciones, siempre habrá gente dispuesta a ayudar al que hace el esfuerzo y sacrificio cada día”.
La educación universitaria también es gratuita en nuestro país y a “eso lo debemos aprovechar. No debemos quedarnos en la queja diaria de pensar y decir que todo está muy mal, que no se puede, que el mundo se puso en mi contra porque nací pobre, que no tengo oportunidades, que nunca podré alcanzar un título de grado en este país, que los políticos se roban todo, que no tengo chances de progresar”.
A todas las quejas “hay que dejarlas de lado y cada día ver todo en positivo, saber que se puede ser abogado, médico, ingeniero, escribano, profesor, maestro o lo que uno quiera. Sólo que hay que hacer el esfuerzo y el sacrificio necesario cada día. Estudié abogacía, me recibí y trabajo en la profesión hace más de 31 años y acá sigo tratando de vivir con dignidad. Quiero que cada año haya más y más estudiantes de abogacía en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) donde estudié, que se reciban de abogados y que trabajen en la profesión que es muy linda realmente”.
Manifestó que recorrer los pasillos de los Juzgados o Tribunales es lo que “más me gusta”. También presentar escritos, pruebas, demandas, “perseguir siempre el valor de la Justicia, la aplicación de la Ley y que el Derecho de las personas esté garantizado en un sistema Republicano como el nuestro es lo que nos debe mantener alertas y en acción cada día”.