
Tras la seguidilla de días de extremo calor, con temperaturas históricas en Misiones por encima de los 40 grados, desde la semana pasada comenzaron a verse los primeros efectos devastadores en la producción de verduras de hoja y la lechuga se convirtió en el producto de estación más caro: ronda los 500 pesos el kilo.
En las ferias, el mazo pasó de 40 pesos a 80 en promedio, pero tampoco se consigue.
Fuentes del Mercado Central hablaron con PRIMERA EDICIÓN en relación al faltante de verduras de hoja y aseguraron que “es básicamente como consecuencia de la sequía y las temperaturas súper altas. La mayoría de las verduras de hoja son de producción local. Las que vienen de otras provincias (muy pocas) hay oferta. Pero ante la escasez es normal que aumente hasta que se normalice la oferta. Los demás productos frutihortícolas tienen ofertas normales”, fue su respuesta.
Y agregaron: “El paro de camiones en la frontera con Chile también afecta porque bajó la oferta de transporte de carga”.
Tratan de mantenerse
Por su parte, el presidente de las Ferias Francas de Posadas, José Villasanti, aseguró a este Diario que “sólo los productores que tienen buenos reservorios de agua están produciendo algo, pero son muy poquitos”.
Y agregó: “La mayoría de los que tienen media sombra está tratando de mantener la producción para no quedarse sin nada. Hoy, sembrar al aire libre está descartado de plano. El colono está estirando la plata porque se está ante una incertidumbre total donde lo que planta se le quema por el sol y la falta de agua”.
Las esperanzas para arrancar recién están puestas en marzo, “si es que empieza a llover en tiempo y forma”, dijo Villasanti.
Productores avícolas, muy afectados
La sequía y la crisis económica en la que está envuelta el país, a causa de la suba imparable de los insumos para el campo también acarrean problemas para los productores de huevos.
“Todo lo que está pasando agudiza al sector. Por ejemplo: cuando hace demasiado calor las gallinas merman la postura, además los alimentos para ellas están muy caros y al productor le está costando demasiado. Todo está cortado. Encima si tenía producción hortícola para salir del paso, tampoco puede hacer nada”, señaló Villasanti.
“Sólo con huevo no pueden venir a la feria, todo tiene su costo y realmente si antes era complicada la vida del colono, ahora está imposible”, afirmó el colono y dirigente.
“Todos los productos acompañan unos a otros y en la suma son el alimento que se busca poner en las mesas, la escasez hace que los precios se disparen”, lamentó.
Se consigue poco, caro y baja calidad
En una recorrida informal de PRIMERA EDICIÓN por las verdulerías capitalinas el panorama de los propietarios es devastador: no sólo la lechuga mermó y está cara, sino se ve “horriblemente castigada por el sol”. Por ese motivo, es que la gente no quiere pagar caro por un producto que no parece estar en condiciones de consumo.
“Está fea la mano”, aseguró Sergio Martinez, verdulero de la zona Oeste mientras trata de conservar sus productos de hoja envueltas en plástico dentro de las heladeras.
“Si no ponemos a conservar lo que compramos para vender, se echa a perder enseguida. En la mayoría de los casos absorbemos ese costo de luz que nos significa a nosotros porque ahí sí que no vamos a poder trabajar más”, explicó el hombre con incertidumbre.
En su local trata de incentivar la compra en cantidad, mediante estrategias de ofertas en bolsones con artículos variados, “porque de lo contrario directamente no se vende”.
“Los precios aumentaron a niveles inalcanzables y si encima nosotros tenemos que aplicar un aumento por los gastos vamos a tener que cerrar. La gente no compra porque no le alcanza el sueldo no porque no quiere. Sinceramente es muy difícil pensar en cómo van a hacer las autoridades para que nos recuperemos. Todos los sectores estamos castigados, pero a su vez lo único que vemos como respuesta es la suba de impuestos y de costos de energía. No sabemos dónde vamos a parar”, contó.
Junto con la lechuga, la acelga a 200 pesos por mazo, son inalcanzables para la gente que quiere consumir verdura en verano. “Estan más caras que la carne”, criticó.