La vida puso a prueba a Marcos Altamirano. A sus 39 años, le está dando pelea a una difícil situación por la que atraviesa y quiere superarla con creces: terminar el año bailando. El profesor de ritmos latinos sufrió un accidente de tránsito el 17 de diciembre de 2021, que le provocó politraumatismos y como consecuencia, la lesión que sufrió en la pierna derecha, requirió siete operaciones, hasta que los médicos no pudieron controlar la infección y tuvieron que cortarle la extremidad.
Hoy enfrenta su nueva realidad con una actitud positiva. Concurre a los controles médicos, toma sus medicamentos y se predispone para caminar un poco más con las muletas o dar algunas vueltas, con ayuda, en silla de ruedas. “Me queda un largo camino si quiero terminar el año bailando, pero trataré de hacer lo posible”, dice como dictaminando su futuro y enfrentando aquellos momentos oscuros que quieren hacerle bajar los brazos.
Su historia
Marcos Altamirano llegó a los 30 años a la tierra colorada desde Buenos Aires, donde se asentó para estar cerca de su hijo mayor, Eze que hoy ya tiene 13 años. La tierra colorada le dio su segundo hijo, Dante (6). Si bien le costó adaptarse a la ciudad de Posadas, logró superar esos primeros 5 meses donde sufrió mucho.
“Acostumbrarme que a la siesta no había nadie en la calle y que los bancos cerraban a las 13. Tenía trabajo en un restaurante y con el tiempo me adapté. Arranqué con las clases de baile, individuales y grupales y también el trabajo de diseño”.
La vida le dio un giro de 180 grados. Como consecuencia del accidente que sufrió el año pasado, tuvo que someterse a numerosas operaciones. Si bien los médicos hicieron todo lo posible, durante la segunda semana de enero de 2022, tuvieron que amputarle la pierna derecha. Además de eso, recién ahora, puede mover su hombro y brazo derecho donde tuvo fracturas.
Solidaridad
Marcos es director de una academia de baile, diseñador gráfico y chef. Con el dictado de clases, tanto grupales como particulares, se mantenía económicamente. Además, sumaba ingresos ofreciendo algunas opciones gastronómicas y servicios como diseñador. Por las lesiones que le dejó el accidente de diciembre pasado, no puede continuar con esas actividades por el momento.
Si bien se está recuperando, todavía no puede estar activo al 100% y es por eso que requiere de la solidaridad de la gente para mantenerse y solventar sus gastos. “Ya me han ayudado y gracias a eso podré cubrir los costos de alquiler, medicamentos y demás, durante el mes de febrero pero la verdad es que la recuperación es lenta. Ahora tengo una úlcera en el muñón y me la estoy tratando, haciendo curaciones y tomando los medicamentos que me indicaron”, contó Marcos a PRIMERA EDICIÓN.
Gracias a la colaboración de su actual pareja, exparejas madres de sus dos hijos y allegados logró conseguir medicamentos, muletas, silla de ruedas y cubrir otros gastos básicos.
Si todas las cosas marchan como corresponden, de 3 a 6 meses durará el proceso de curación para comenzar con rehabilitación para luego pensar en la prótesis, que le permitiría volver a desarrollar de manera más normal, las actividades que antes tenía. Tal como lo había publicado en sus posteos de redes sociales, sus piernas y brazos son parte de sus herramientas de trabajo y en la actualidad, no están en condiciones para poder trabajar.
“Por ahora no sé si podré volver a bailar, quiero, pero por lo menos deseo volver a dar clases. Hoy la academia sigue funcionando y con esos ingresos también me mantengo. Un alumno, está dando las clases pero la idea es volver”, remarcó Marcos y explicó que una de las maneras de ayudarlo es asistiendo a las clases que se desarrollan de lunes a jueves (bachata, kizomba y za) desde las 18 en adelante, en Roque Pérez casi Rivadavia, 1er piso. Los interesados, pueden comunicarse con Altamirano al Whatsapp 376-4875774.