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La Justicia le prohibió a un hombre de 36 años acercarse a un pastor evangélico que lo denunció por golpearlo en la cabeza cuando leía la biblia. En tanto que informes médicos descartaron que el impacto le ocasionara secuelas graves a la víctima.
En forma paralela, el acusado fue eximido de prisión por tratarse de lesiones leves y por estas horas se analiza su citación a indagatoria ante Martín Brites, juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú.
El hecho que se investiga ocurrió en Puerto Esperanza y tomó trascendencia tras conocerse la denuncia del religioso que aseguró que, tras recibir un culatazo en el cráneo por parte de un vecino sufrió una severa secuela física. Sin embargo, estudios médicos determinaron que el hombre sufre “esclerosis múltiple” y que fue posible detectarle esta dolencia luego del incidente, debido a que le exploraron en profundidad el cerebro, siempre conforme a lo adelantado por las fuentes.
El viernes 21 de enero, un hombre de 37 años denunció ante la policía que hace unos meses fue atacado por el vecino de un culatazo con un arma de fuego en la cabeza.
En ese mismo acto, la víctima mostró evidencias de que sufría secuelas físicas graves por aquel ataque, por lo que la Justicia ordenó la detención del acusado.
El denunciante relató a la policía que a mediados del año pasado ingresó al SAMIC Eldorado, y permaneció internado a raíz de lo sucedido. Acerca del ataque precisó que fue frente a la casa de su vecino en el barrio El Triunfo de Puerto Esperanza, donde se acercó a saludarlo y a predicarle el evangelio.
Agregó que continuó su camino junto a su pareja y otros feligreses hasta llegar al BOP 89, cuando frenó un automóvil Chevrolet Astra negro y descendió del mismo el acusado y le dijo textual “vos me vas a predicar” y lo golpeó detrás de la cabeza con la culata de un arma de fuego, color negro, aparentemente una pistola 9 milímetros, para luego retirarse del lugar. Tras unos meses y estudios a la víctima le detectaron “varios tejidos dañados a raíz del golpe en el parietal izquierdo que podrían responder a lesiones de estado agudo”, que le habrían impedido sus actividades con normalidad. Los estudios posteriores apuntaron a que el golpe no tuvo una acción directa sobre la enfermedad que padece.
En la casa del agresor, de nacionalidad paraguaya, fueron incautados un revólver calibre 38, cuatro proyectiles y varios gramos de cocaína.