
Roberto Carlos Pereyra de 49 años y padre de Guillermo Tovías Yohel Pereyra (26) el detenido como el presunto tirador frente a la parroquia Sagrada Familia que abatió a Héctor “Keko” Sotelo (36) en un supuesto ajuste de cuentas a balazos, se abstuvo ayer de ser indagado por el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo y fue imputado provisoriamente por el delito de “acopio de armas y municiones”.
En la vivienda de este chatarrero, entre otros oficios, de la colectora Papa Francisco en el Acceso Sur a Posadas, fueron halladas hace una semana varios rifles (uno de aire comprimido) y dos pistolas: una nueve milímetros y una 11.25. La primera, según el cotejo de la Policía Científica fue la que utilizó Yohel en el enfrentamiento a disparos durante la siesta del jueves 27 de enero en la plazoleta y vereda frente a la iglesia de la avenida Roque Sáenz Peña y calle Tucumán.
En este episodio al estilo de los cruces por diferencias en el hampa, resultó herido y falleció una semana después “Keko” Sotelo.
Martín Ramírez, abogado defensor de padre e hijo Pereyra, solicitó ayer la excarcelación de Roberto Carlos. Medida que analiza ahora el juez Cardozo y que podría ser concedida bajo caución real, siempre que las instancias del expediente no exijan que prosiga bajo resguardo porque restan pruebas por elaborarse, principalmente declaración de testigos de la balacera o su libertad supeditada corra peligro de ser burlada con una fuga.