El 31 de enero de 1979 asumió el primer intendente de San Vicente, don Lorenzo Brodzicz. Era por ese entonces un pueblo que mostraba un crecimiento poblacional y económico nunca visto en la provincia. Una Comisión Vecinal Pro Municipio que luchó durante más de una década, tuvo la posibilidad de nombrar al intendente que luego fue designado por el Gobierno Provincial de Facto.
“Dependíamos de cuatro municipios, El Soberbio, Caraguatay, San Pedro y Dos de Mayo. La última de las comunas era la que más venía a cobrar impuestos acá. En el centro donde hoy está el mástil se dividían el terreno para cobrar los impuestos, pero nunca hacían nada por nosotros”, dijo Oscar Buiak, secretario de Gobierno y Finanzas que asumió el cargo con el flamante intendente. Durante más de una década los vecinos de San Vicente trabajaron para conseguir la municipalización. La llegada de la dictadura militar, en el año 1976, aplacó de alguna manera el ánimo de los sanvicentinos. Sin embargo, ellos seguían reuniéndose a escondidas y cuando podían entregar una nota o hablar con algún dirigente del gobierno, lo hacían. Entre octubre y noviembre de 1978 llegó a San Vicente el operativo “Toba 4”, que estaba encabezado por el General Cristino Nicolaides. Los vecinos de la Comisión Pro Municipio no perdieron la oportunidad para formular el pedido.
Encabezados por la Comisión Pro Municipio pactaron una entrevista con el militar en el edificio del INTA de esta ciudad, donde estaba la base del operativo. “Nos reunimos con el general Nicolaides (Cristino) y fuimos de frente, con los papeles que teníamos y le pedimos la municipalización. Nos atendió muy bien y nos dijo si ustedes quieren le damos, pero deben encargarse de todo. Nosotros no tenemos tiempo para ocuparnos de eso. Eso fue lo mejor que nos pudo haber dicho porque teníamos todo armado y lo presentamos. Así fue como se tomó la decisión de municipalizar San Vicente”, contó Buiak, secretario de la comisión vecinal pro municipio y luego secretario de Gobierno y Finanzas del municipio, con tamaña responsabilidad sobre sus espaldas.
El historiador sanvicentino, licenciado Marcelo Albarracín, escribió una nota sobre la elección del primer jefe comunal de San Vicente que tituló: “Un intendente propuesto por los vecinos en plena dictadura” que muestra cómo en un momento complejo la Comisión Vecinal propuso los nombres, de entre los cuales, luego, la gobernación de Misiones eligió al intendente. Luego expresó en la nota que “la comuna está formada, pero ahora faltaba asignar a quien ocuparía el Poder Ejecutivo Municipal, y cumpliría el papel de normalizador institucional. Durante los últimos días de noviembre y diciembre se produjo el período de selección y designación del nuevo intendente”.
Satisfecho por haber cumplido
Oscar Buiak contó su experiencia en este proceso. “Nicolaides nos dijo que nos ocupáramos de todo porque ellos no tenían tiempo. Fue así que nos dedicamos por completo y en eso le consultamos sobre quién ocuparía el cargo de alcalde. Pidió que la Comisión Vecinal proponga una terna y ellos propondrían otros nombres y que, a partir de ahí, el Gobierno Provincial elegiría a uno”.
Propusieron a don Lorenzo Brodzicz, a Alfredo Halberstad y a Abel Siñuka. Después hubo otros nombres que otros vecinos acercaron y que también fueron tenidos en cuenta. Los militares también acercaron su lista. “Recuerdo que estaba don Marciano Albarracín y don Albino Kurday. El ministro de Gobierno vino a San Vicente y se reunió con cada uno de los propuestos, y volvió a Posadas. Unos días después regresó a dar la noticia de quien fue el electo y que le tocó a don Lorenzo Pablo Brodzicz. Casualmente un nombre propuesto por el pueblo”, celebró.
El licenciado Albarracín escribió en la nota que “tras la entrevista en el INTA y luego del análisis de datos de inteligencia en la zona, ocho días después el gobernador nombra como intendente para la nueva comuna, a quien fue el primer candidato sugerido por la comisión vecinal para el cargo. Don Lorenzo Pablo Brodzicz fue quien, por decreto provincial 242/79, del 31 de enero de 1979 se convirtió en el primer intendente municipal de San Vicente (desde 1979 a 1983), concretando el inicio del camino institucional”.
Una vez que el proceso de municipalización quedó concluido con la asunción de Lorenzo Brodzicz, comenzó el difícil trabajo de organizar el municipio. Oscar Buiak fue el elegido por Brodzicz como secretario de Gobierno y Finanzas. “Don Lorenzo me dijo: vos ocupate de la parte interna del municipio, de todo lo que sea papeles y dinero, que yo me ocupo de la parte exterior, el trabajo con las obras y caminos que hacen falta y mucho. A mí me toco, creo yo la peor parte, no había nada de nada. Tuvimos que comenzar todo de cero. Ocupamos una oficina que el INTA nos cedió y comenzamos a golpear puertas y a organizar todo. Trabajamos seis meses sin cobrar porque no había dinero en el municipio, porque la comuna no recaudaba nada todavía”, contó el funcionario municipal.
Recordó Buiak que “lo primero que recaudamos fue con los carnets de conducir que emitió el municipio. Después se hicieron las primeras fichas para los comercios y comenzaron a pagar. Contratamos a don Ramón Pérez para que arme toda la parte catastral. Iba y medía los terrenos y las chacras, hacía unas fichas y nos pasaba, y con eso comenzábamos a cobrar los impuestos”. Así comenzó a entrar dinero al municipio. Inicialmente dependían de cuatro municipios: El Soberbio, Caraguatay, San Pedro y Dos de Mayo. Indicó que Dos de Mayo “era el que más venía a cobrar impuestos acá. En el centro donde hoy está el mástil se dividían el terreno para cobrar los impuestos, pero nunca hacían nada por nosotros”.
“El Gobierno Provincial nos daba subsidios. Teníamos que presentar el proyecto y nos daban el dinero, una vez que rendíamos ese subsidio, podíamos presentar otro. Así nos manejamos los primeros meses. En la parte vial tuvimos suerte porque el Gobierno Provincial desarmó Vialidad Provincial para bajar los gastos y cedió las máquinas a los municipios. Con Brodzicz fuimos a pelear para conseguir maquinaria. Trajimos dos motoniveladoras, una topadora, un tractor con cargadora frontal y la máquina Terex. Eso fue muy importante porque era la que abría los caminos en las colonias. En muchas colonias no había caminos, solo un trillo y con esa maquinaria podíamos trabajar más rápido y mejor. Después conseguimos subsidios para comprar camiones, aunque siempre el municipio ponía su parte”, dijo Buiak.
Vecinos colaboradores
El principal colaborador de Brodzicz dijo que los vecinos fueron muy colaboradores con la gestión “Acá no había colores políticos ni de ningún tipo. Todos trabajamos por San Vicente. La Comisión Vecinal quería seguir teniendo protagonismo, había un grupo de vecinos notables, otra comisión de cultura que nos ayudaba a organizar los diversos actos. Estaban los vecinos de las colonias que también venían a hablar con nosotros y a tirarnos ideas. Nos reuníamos todas las semanas con un grupo distinto y los escuchábamos y ellos nos ayudaban.
Teníamos que estar el intendente y yo en cada reunión. Cuando venía un funcionario provincial a hablar con nosotros, había 30 o 40 vecinos que estaban en la reunión y nos apoyaban. Eso era importante, productivo para nosotros. Tuvimos todo el apoyo de los vecinos, no nos podemos quejar. Fue un tiempo donde tuvimos que poner el hombro todos los sanvicentinos para sacar adelante. Primero éramos un municipio de tercera y conseguimos llevar a segunda categoría. Después se hizo de primera”.
Así nació la Fiesta de la Madera
Para contar sobre el protagonismo del pueblo Buiak señaló como ejemplo, la creación de la Fiesta Nacional de la Madera. “Los viernes se hacían peñas en el comedor de don Arturo Espíndola. Como iba mucha gente, un día surgió la idea de hacer algo un poco más grande para que pudieran participar todos los vecinos. Así surgió la idea de la Fiesta de la Madera. Fuimos a Posadas y comenzamos a gestionar ayuda y nos dieron el visto bueno”.
“Conseguimos la participación de artistas, el equipo de luz y sonido, y el locutor. En San Vicente con los vecinos trabajamos en lo que tiene que ver con acondicionar el lugar y en los preparativos. El pueblo entero trabajó y salió una fiesta increíble. Los tres sanatorios cedieron los consultorios y las salas de internación para alojar a los artistas. Hubo vecinos que también alojaban a los artistas. Así se realizaron las tres primeras fiestas de la madera, con apoyo de todos”.
Colaboración: Félix Luz