
El juez Correccional y de Menores 2, César Raúl Jiménez, recibió ayer las primeras actuaciones en torno a la denuncia por el rapto, golpiza y abuso sexual a una adolescente de 17 años en la zona oeste de Posadas, y ordenó de inmediato el resguardo de la víctima y que el sospechoso fuera demorado en su domicilio mientras se realizan, entre otras medidas, la declaración en Cámara Gesell de la menor.
La investigación le fue remitida ayer por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, ya que en la denuncia fue señalado un menor de 16 años como participante junto a cuatro varones más de la privación de la libertad y delitos contra la integridad sexual.
Fuentes consultadas resaltaron que el juez Jiménez de inmediato solicitó que se profundicen todas las pericias preliminares para que la víctima quede bajo resguardo y no sea revictimizada. Al respecto, valer remarcar que ayer se replicaron versiones citando supuestas fuentes policiales que apuntaban a que la menor habría fabulado o mentido para que su progenitora realizara la denuncia por los graves hechos: rapto, golpes y abuso.
Para preservar a la menor y su entorno, solicitó que ella declare sin dilación en Cámara Gesell y que el Cuerpo Médico Forense le remita un informe completo sobre los estudios específicos que le realizaron.
También ordenó que se secuestre el teléfono celular de la adolescente y que sea peritado sin obviar detalles y sin adelantarse sospechas. Lo mismo instó a la Policía provincial en cuanto a las cámaras de seguridad que habrían revisado los investigadores.
Hasta el momento, y tal como lo publicó ayer este Diario, en la seccional Sexta se denunció que una adolescente de 17 años fue hallada poco después de las 6 del miércoles caminando desesperada rumbo a su domicilio luego de haber sido sometida durante once horas a la privación de su libertad y abusos sexuales múltiples en una vivienda cercana al cementerio municipal posadeño.
El hecho, según la presentación policial, fue cometido por cinco personas de los que sólo habría identificado a uno como exnovio. Los cuatro restantes habrían cometido los delitos mencionados con los rostros cubiertos y luego de haberla drogado y limitado sus reflejos.
La menor reside en el barrio Yacyretá y hasta ayer permanecía atemorizada pero bajo la contención familiar y la ofrecida por la policía para estos casos.
Peritos del Cuerpo Médico Forense le tomaron muestras o rastros biológicos que puedan aportar un patrón genético de los involucrados. También secuestraron vestimenta de la víctima para estudios relacionados.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la madre remarcó que la joven “no quiere hablar, no puede en realidad porque está shockeada (…) Cuando la encontramos, lloraba y no quería que nadie la tocara, gritaba que le dolía todo el cuerpo, estaba muy asustada y la llevamos al Madariaga con la policía”.
En cuanto al lugar en que fue raptada, en la denuncia se detalló que fue sobre la avenida mencionada a pocos metros del cruce con Zapiola, frente a la Escuela 53 “Bartolomé Mitre” y que a golpes la subieron a un automóvil que no pudo identificar marca o modelo, solamente que era de color oscuro con vidrios polarizados y que la trasladaron hasta una vivienda abandonada detrás de un hotel alojamiento de la avenida Santa Catalina.