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El juez de Instrucción 1 de esta localidad, Ariel Belda Palomar, imputó por “homicidio simple” al joven de 18 años detenido por el crimen de Ariel Camargo de Lara (19), cometido días atrás en Bernardo de Irigoyen, según fuentes del caso.
Fue ayer en el marco de la audiencia indagatoria, donde el acusado por recomendación de su abogado particular se abstuvo de prestar declaración, agregó un vocero. En cuanto a la continuidad de la investigación judicial, se supo que en las próximas horas está previsto que citen a declarar ante el mismo magistrado a las dos testigos que fueron clave para que arrestaran al presunto asesino y para el posterior hallazgo del cuerpo de la víctima.
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En base a los indicios que maneja la policía no se descarta que el sospechoso contó con la complicidad de una o más personas para llevar bajo engaños al joven a una zona alejada de Bernardo de Irigoyen, donde prácticamente lo ejecutaron de un tiro en la cabeza. Tras la autopsia pudo determinarse que la persona que apretó el gatillo utilizó un arma de fuego calibre 38, en tanto que la altura por la que ingresó la bala, hace suponer que lo tenían de frente y aparentemente arrodillado. Además, quien efectuó el disparo estaba por encima de su posición según indicó una fuente.
La hipótesis de los investigadores en torno al móvil del homicidio es que estaría relacionado a una supuesta deuda.
El hallazgo del cadáver fue a las pocas horas de ser arrestado el sospechoso, el pasado miércoles 9 de febrero, en el paraje San Roque, a unos 5 kilómetros del casco urbano de Bernardo de Irigoyen.
Testigos ante el juez
Las dos testigos que serán citadas podrían aportar mayores datos a la investigación. Incluso se cree que podría develarse quién es el misterioso “Fabricio” que supuestamente fue mencionado por el presunto asesino como la persona que lo ayudó para engañar y matar a la víctima.
Es que las jóvenes relataron en sede policial que el sospechoso, cuando supuestamente se jactó de haber cometido el crimen y les dio detalles de hasta donde enterraron el cuerpo, también habría agregado que hizo todo en compañía de ese individuo (hasta ahora no identificado por la policía).
La Policía se hallaba en plena búsqueda cuando las dos testigos se presentaron a radicar la denuncia porque un conocido les había dicho que a Ariel “lo buscaron ese jueves y bajo engaños lo trasladaron en un vehículo hasta una zona conocida como ‘Cuatro Bocas’ (en el paraje San Roque). Una vez allí simularon un desperfecto en una de las ruedas y lo hicieron bajar. Acto seguido lo ejecutaron de un tiro y lo enterraron”. Con esos datos la policía pudo dar con el cuerpo semienterrado. El sospechoso estaría vinculado a la compra venta de vehículos robados, según las fuentes.