En la zona del Campus de la UNaM , la Biofábrica se viven momentos de angustia. Las llamas avanzan a pesar de los esfuerzos que realizan bomberos, policías y vecinos de la zona para intentar que el fuego siga “devorando todo a su paso”.
El “ruido del fuego” como describen quienes combaten el foco ígneo se escucha a medida que las llamas van arrasando con vegetación. Son como pequeñas explosiones que anuncian que “algo fue devorado por el fuego”
En la Terminal de Transferencia de la UNaM hubo temor y nerviosismo por parte de quienes se encontraban esperando un colectivo para regresar a sus hogares o ir a trabajar sentían el intenso humo que cada vez se vuelve más fuerte, señal, dijeron, de que el fuego está extendiéndose.