
Pasaron seis meses del crimen que ocurrió en horas de la noche afuera de un bar del paraje Difunta Correa, en las afueras de San Antonio. La investigación avanzó al punto de, en principio, completarse las pruebas necesarias para cerrar el caso y elevarlo a un tribunal.
Así lo entendió el magistrado Martín Brites, a cargo del Juzgado de Instrucción 3, desde donde fue girado el expediente a la fiscalía para que opine si con los elementos reunidos el caso ya puede ser elevado a juicio.
Carlos Enrique Becker (21), murió luego de una lesión producida por un arma blanca y por el homicidio fue detenido un joven de 19 años que estaba en el mismo local que él. Si bien no lo detuvieron allí, en su poder le secuestraron un cuchillo que fue sometido a pericias para determinar si con el mismo había atacado a su víctima.
Sucedió que se dio a la fuga y ante el alerta emitido por la comisaría de San Antonio lo aprehendieron en horas de la madrugada cuando se dirigía por la ruta nacional 101 en dirección a Andresito.
Horas antes, Becker estaba con su padre sentado en el bar. En una mesa cercana estaba el sospechoso reunido con su pareja y otra pareja de amigos. Él fue el primero que salió de allí y momentos después lo hizo Becker.
No pasaron muchos minutos cuando el joven de 19 años regresó al bar visiblemente nervioso y les dijo a los que estaban con él que era hora de irse, porque habían lastimado a alguien y no quería que le echaran la culpa.
Y fue así como Becker llegó hasta la entrada del local y se desplomó producto de una puñalada de la cual emanaba abundante sangre. Alguien llamó a la policía y en un móvil lo trasladaron al hospital pero llegó prácticamente sin vida.
Los investigadores comenzaron las averiguaciones y en base a las versiones recabadas llegaron a la vivienda de una de las personas que estaban con el sospechoso. Supieron que éste habría confesado haber sido quien atacó a la víctima. Todas las sospechas se centraron en él y de esa manera lo detuvieron en la ruta cuando se dirigía en motocicleta supuestamente a refugiarse en casa de sus familiares.