El mundo del fútbol tampoco se ve exento de lo que se esta viviendo en estos momentos en Ucrania. Por esto la UEFA modificó la sede de la final de la Champions League que se iba a disputar en San Petersburgo este año y al final se trasladó a Paris.
El club alemán Schalke 04 también rompió su acuerdo publicitario con una empresa rusa que aparecía en la camiseta del equipo y el Manchester United canceló un convenio comercial con una compañía aérea de Moscú, aunque el trato era millonario.
Y el que se quedó apuntado fue el ruso Roman Abramovich, propietario de Chelsea y que tiene una gran relación con Vladimir Putin.
Algunos medios europeos informaron que el empresario ligado a los blues estaría impedido de hacer base en Inglaterra y el Parlamento Británico y la Cámara de los Comunes desempolvaron algunas de las acusaciones en su contra por corrupción y pago de influencias políticas en su país. A causa de este desafortunado acontecimiento, Abramovich cederá el control del club.
En un comunicado oficial publicado por las cuentas de la institución de Londres, el magnate de 55 años cedió a sus fideicomisarios de la Fundación Benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del club.
“Creo que actualmente están en la mejor posición para velar por los intereses del Club, los jugadores, el personal y los aficionados”, expresó Abramovich.
Los fans del Blues reaccionaron muy conmocionados por la noticia y confundidos ante la incertidumbre si se alejó por completo y definitivamente de la entidad o si es solo por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
“¿No deberíamos considerar confiscar algunos de sus activos, incluida su casa de 152 millones de libras esterlinas? ¿No deberíamos asegurarnos de que personas como esta, que han tenido visas de Nivel 1, no estén involucradas en actividades malignas?”, cuestionó Chris Bryant, diputado laborista de la Cámara de los Comunes.
Todo esto por el caso de Abramovich, que en el 2018 retrocedió a su solicitud de visa como inversionista británico Nivel 1 después de que se informara una demora en su solicitud por las críticas a los oligarcas rusos, a raíz de los envenenamientos del ex oficial de inteligencia militar ruso Serguéi Skripal y su hija, en Salisbury.
Por lo mismo el líder de la Cámara de los Comunes, Mark Spencer dijo que “Abramovich sabrá que, bajo las sanciones aprobadas esta semana, existe la oportunidad de que el Gobierno tome medidas muy enérgicas contra personas rusas de alto perfil que son motivo de preocupación”.
Mientras tanto los funcionarios de inmigración tienen instrucciones de evitar que el empresario, que posee una mansión de 125 millones de libras cerca del Palacio de Kensington, se establezca nuevamente en el Reino Unido.
El Comunicado de Abramovich
“Durante mis casi 20 años como propietario del Chelsea FC, siempre he visto mi papel como un custodio del Club, cuyo trabajo es garantizar que tengamos todo el éxito posible hoy, así como construir para el futuro, al tiempo que desempeñamos un papel positivo en nuestras comunidades.
Siempre he tomado decisiones teniendo en cuenta los intereses del Club. Sigo comprometido con estos valores. Por ello, hoy confío a los fideicomisarios de la Fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC.
Creo que actualmente están en la mejor posición para velar por los intereses del Club, los jugadores, el personal y los aficionados.”