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Mariana y Yeni Márquez de Bastos (30) tienen mucho en común: además de ser mellizas, comparten la pasión por el fútbol y defienden los colores de Atlético Oberá. En su ciudad natal son conocidas como “las melli de las Decanas”. Las chicas vienen de cumplir un sueño al jugar la Copa Federal Femenina 2022 y hablaron con EL DEPOR sobre ese hito histórico, sobre la consolidación del fútbol femenino en Oberá y sobre las posibilidades de que, algún día, las jugadoras tengan el mismo reconocimiento y oportunidades que los varones.
Yeni y Mariana son hijas de Orlando y Cristina y crecieron en el barrio del Km 0, donde aún viven sus padres y donde está el potrero en el que pasaban sus días, jugando al fútbol con varones. “Armamos una canchita con los chicos, entre las vacas, y podíamos pasar el día jugando. Claro que nuestros padres nos exigían que cumplamos con la escuela y sabían que ante cualquier falta el peor castigo era sacarnos el fútbol”, recordaron en una charla con EL DEPORTIVO.
Las chicas crecieron, junto a otros cuatro hermanos, en una familia futbolera de ley. “Mi papá siempre jugó y se iban a la cancha con mi mamá. En casa siempre estamos hablando de fútbol o mirando un partido. Ellos están orgullosos de lo que logramos y siempre nos acompañaron”, contó Mariana.
A los 15 encontraron un grupo de chicas que entrenaban en el Complejo Deportivo. Invitadas por Fabiola “Loly” Krzeczkowski, no dudaron en sumarse y pasaban su tiempo entre estudios y entrenamientos. “Recién se empezaba a ver el fútbol femenino, pero no había torneos oficiales, jugábamos amistosos. Íbamos a los campeonatos que salían por ahí, de un día o también de futsal. Donde había algo, participábamos. Después el grupo se separó, porque una parte, en el que estábamos nosotras, quería entrenar para mejorar y otras sólo querían jugar para divertirse. Ahí surgió la idea de buscar un club al que representar. De todos los que hablamos, Atlético Oberá nos aceptó, hace ya siete años. Claro que primero no nos prestaban mucha atención, pero a medida que vieron el trabajo, que empezábamos a sumar títulos, nos fuimos ganando un lugar y hoy ver la escuelita, con tantas niñas, nos emociona”, afirmaron.
Mariana es mamá de Anayely (12) y Yeni de Sharon (13). “Nuestras hijas son nuestras fans. Además siempre viajaron con nosotras a donde íbamos a jugar. Ahora también juegan, probablemente pasen a la Reserva del club”, contaron.
Hoy en día, las dos trabajan en la misma fábrica de panificados. “Por suerte encontramos mucho apoyo en nuestro trabajo, no sólo de nuestro patrón, sino también de nuestros compañeros. Es muy lindo sentir ese acompañamiento. Todavía vemos que hay familias que no aceptan que sus hijas jueguen al fútbol, que tratan de convencerlas de que hagan otra cosa… Por eso estamos tan agradecidas a nuestras familias que siempre estuvieron y cada vez más personas saben que lo nuestro es serio y que hay mucho esfuerzo detrás”.
En el camino recorrido sólo una vez estuvieron separadas: cuando Las Decanas fueron a jugar un partido amistoso con la selección nacional al predio de AFA en Ezeiza, en 2019. “Yeni se había fracturado el peroné. Recuerdo que mi papá lloró de tristeza, porque sabía que era el sueño de las dos jugar allá”, recordó Mariana. “Pero ella me dijo ‘quedate tranquila que vamos a volver’ y así fue, nada menos que en la primera Copa Federal”, agregó Yeni. La Copa Federal fue un sueño cumplido. Pudieron medirse frente a un equipo grande como Independiente y sumar mucho más que experiencia para lo que se viene.
Las chicas son conscientes de que son artífices del lugar que tiene el fútbol femenino en la ciudad y la provincia, tratan de dar el ejemplo y sueñan con que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los varones. “Les decimos a las más chicas que hay que trabajar, sacrificarse, entrenar. Es la única manera de llegar a algo. Pasamos por mucho para llegar donde estamos, soportamos insultos, que nos miren raro, que nos traten de machonas, que nos discriminen, pero seguimos adelante. Nosotras no vamos a poder dedicarnos sólo al fútbol, como hubiéramos querido, pero ojalá se pueda dar pronto eso. Soñamos que llegue ese día viendo que cada vez son las más las chicas que juegan y nos hace felices saber que les allanamos el camino”.
“Las melli” son queridas, respetadas y reconocidas por su dedicación y no ven el momento de volver al campo de juego juntas. Por ahora, tendrán que esperar: Mariana sufrió fractura de peroné ante Independiente por la Copa Federal y tiene para unos meses de recuperación. Pero las hermanas saben que hay mucho todavía por disputar y disfrutar de esta pasión que tienen en común.